Pese a los flirteos del separatismo con el Gobierno ruso —según The New York Times, el Govern de Puigdemont intentó recabar durante el procés el apoyo de Rusia a una eventual separación de España por parte de Cataluña—, la Generalitat ha virado el rumbo estos días y defiende el Gobierno de Zelenski. De hecho, han sido varios los líderes separatistas que han comparado —pese a sus evidentes diferencias— la causa ucraniana con la suya. Sin embargo, hace tan solo dos semanas, antes de que tuviera lugar la invasión rusa, el separatismo aún seguía mostrando su adhesión a los postulados rusos en relación a su conflicto con Ucrania. La prueba es que Carles Puigdemont evitó apoyar en el Parlamento Europeo que se ayudase financieramente a Ucrania.
Así, el eurodiputado Puigdemont eludió apoyar el paquete de auxilio financiero a Ucrania por valor de 1.200 millones de euros absteniéndose, según figura en el boletín de la Cámara Europea sobre esta votación, que tuvo lugar el pasado 17 de febrero. En ese momento, quedaban siete días para que Rusia atacase Ucrania, aunque ésta última ya estaba siendo acosada con la presencia de 200.000 soldados rusos en sus fronteras. Además, Estados Unidos ya había advertido de que el ataque ruso resultaba inminente.
En contradicción con su Consell per la República
Esta abstención se contradice con un comunicado hecho público ayer por el Consell per la República presidido por el mismo Puigdemont. En la nota, el Consell «condena las acciones militares por parte de la Federación Rusa en territorio de Ucrania, que implican una vulneración flagrante del derecho internacional, y condena el recurso a la amenaza nuclear, que comporta un agravamiento del conflicto y deteriora las condiciones para una resolución negociada». Asimismo, «expresa su máxima solidaridad con la población civil ucraniana, víctima de graves vulneraciones de derechos humanos, y con su Gobierno legítimo».