Es conocido que el adoctrinamiento escolar en Cataluña por parte del separatismo nunca ha sido objeto de interés del Gobierno central. La prueba es que durante el procés la Alta Inspección Educativa elaboró un informe que daba cuenta de numerosos ejemplos de adoctrinamiento nacionalista en las escuelas catalanas. Sin embargo, tanto el Gobierno de Rajoy en 2018 como el posterior de Sánchez se negaron a hacer público dicho documento, posiblemente porque ello les obligaría a una intervención que no les convenía. Ahora, la historia se repite, dado el que el Ministerio de Educación, tal y como cuenta Economía Digital, ha rechazado emprender acción alguna contra un colegio catalán que exhibe símbolos secesionistas.
La denuncia efectuada por el colectivo juvenil constitucionalista S’ha Acabat el 12 de febrero alertó de que un muro del patio de la Escola Barnola figura una bandera estelada. Por este motivo, la entidad reclamó a la Alta Inspección Educativa que «investigue si la presencia de simbología política y partidista en el patio de un centro educativo pudiera ser constitutivo de una falta administrativa o un incumplimiento del deber exigido a todas las administraciones públicas de España».
En manos de la Generalitat o los jueces
Sin embargo, la respuesta de la Alta Inspección Educativa ha sido que «corresponde a la Inspección educativa de su comunidad velar por el cumplimento, en los centros educativos, de las leyes, reglamentos y demás disposiciones que afecten al sistema educativo, así como supervisar el funcionamiento de los centros educativos, la práctica docente y la función directiva». De no atender esta petición la conselleria de Educación —que recordemos, ha instado a desobedecer el 25% de castellano dictado por los tribunales—, el el Ministerio de Pilar Alegría recuerda a la entidad que siempre puede acudir a la «vía judicial».