La guerra entre Rusia y Ucrania está poniendo en evidencia la falta de conexión con la realidad que tiene el separatismo catalán en general. Mientras Pere Aragonés ejerce de presidente de un país ficticio, los separatistas más radicales le exigen que aproveche el conflicto para declarar la independencia. Junts y ERC se han alineado con el gobierno ucraniano sin ninguna duda. La CUP, por el contrario, si bien comenzó criticando a Putin por la invasión, este sábado se ha pronunciado a favor de los prorrusos del Donbass.
En cuanto se confirmó que Putin había comenzado la ofensiva contra Ucrania, Aragonés pronunció un discurso institucional para condenarla y anunció que el Govern activaba un «grupo de seguimiento del conflicto». A la vez, la consellera de Acción Exterior, Victoria Alsina (Junts), anunciaba, por su parte, la activación de la red de albergues catalanes para acoger a los refugiados que pudieran llegar a esta comunidad. Otras autonomías han informado al Gobierno central de la misma disposición. En el caso de Cataluña, no consta que se haya hecho esta comunicación.
Moción y protestas
La posconvergencia corría a declararse a favor de Ucrania y en contra de Rusia y a sumarse a las movilizaciones que se han ido convocando a lo largo de estos días en contra de la acción de Putin. La portavoz de la formación, Elsa Artadi, anunciaba que el partido del fugado Carles Puigdemont, presentaría una moción ante el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona para condenar la intervención rusa en Ucrania porque la capital catalana «no puede permanecer callada».
Con el Donbass
Los antisistema de la CUP, tal y como era de esperar, se pronunciaron en un primer momento contra Rusia pero, sobre todo, contra EEUU, la OTAN y la UE. Este sábado han recordado que existen los prorrusos del Donbass, al que los gobiernos ucranianos han reprimido durante los últimos años con acciones como impedirles hablar su propia lengua. Algo muy parecido a lo que cupaires, republicanos y posconvergentes hacen en Cataluña con el catalán. Pero la CUP ha ido un poco más allá y, además de anunciar «movilizaciones» contra este nuevo conflicto bélico, ha dejado claro en un comunicado que no comparte que en Cataluña existan bases como la de Bétera o puertos como el de Tarragona, desde los cuales «se provocan e intensifican guerras de rapiña por el control de los recursos naturales».
El delirio
Delirante es, por otro lado, la postura de ultras como Santiago Espot, que este sábado ha publicado un mensaje en Twitter preguntándose si el separatismo sabrá «aprovechar» el «escenario de convulsión internacional» creado por el conflicto entre Rusia y Ucrania para declarar la independencia de Cataluña.
Otro ultra, el profesor de la UPF y concejal de Junts Héctor López Bofill ha indicado, por su parte, que esta guerra «ha de hacer replantear totalmente el proceso de emancipación nacional de Cataluña». Admite, eso sí, que a Putin «solo le puede parar la OTAN» y que eso «significa la III Guerra Mundial».
Otto Von Bismarck : «España es el pais más fuerte del mundo: los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido».