En una reciente entrevista, el responsable del 9N y padre del procés, el expresidente de la Generalitat Artur Mas, abogó por que el separatismo adopte un perfil bajo pero se lleve el gato al agua engañando al Estado sin que lo parezca. Esta consigna parece que es la que ha guiado una de las propuestas que mañana martes llevará al Congreso de los Diputados Junts per Cataluña, que pasa por quitar competencias al Tribunal de Cuentas y evitar así que pueda embargar los bienes de los líderes del proceso separatista.
Cabe recordar que dicho organismo exige responsabilidades a los dirigentes del procés por los desvíos que estos efectuaron para conseguir la secesión ilegalmente en 2017. La idea es recuperar el dinero público gastado de manera fraudulenta por dichos líderes. Por este motivo, el separatismo tiene en su punto de mira al Tribunal de Cuentas. Primero, presentaron el pasado diciembre una iniciativa para arrebatar a la institución su función jurisdiccional, de modo que solo poseyera las competencias fiscalizadoras.
«Cueva de ladrones»
La propuesta, sin embargo, fue tumbada por la Mesa del Congreso. Ahora, los neocovergentes han presentado otra proposición de ley rebajando las expectativas originales. En la nueva versión, permiten que el Tribunal mantenga sus funciones pero defienden que los embargos o las condenas sean supervisadas por el poder judicial. Esta reforma será la que se vote mañana. Recordemos que el separatismo conservador se ha referido en el pasado a la institución como «cueva de ladrones» o «institución franquista».