Pese a que nacionalismo catalán siempre ha tratado de justificar su objetivo secesionista alegando que España no es una verdadera democracia, la prestigiosa revista The Economist siempre había considerado a nuestro país una «democracia plena», por delante de países como Estados Unidos, Francia o Italia. Sin embargo, en el último índice elaborado por el rotativo, esto ha dejado de ser así, pasando España de ser considerada democracia plena a «defectuosa». ¿Los motivos? Pues entre otros, el «creciente nacionalismo en Cataluña».
Así, si el año pasado España cayó seis puestos pero seguía siendo juzgada una democracia completa, este año deja de serlo retrocediendo hasta el puesto 24. Esto sucede, según el informe, porque el país «está sufriendo de una fragmentación parlamentaria cada vez más acusada, de una letanía de escándalos de corrupción y de un creciente nacionalismo en Cataluña». El estudio del semanario británico también señala que la rebaja de 0,18 puntos se explica por la cuestión de la «independencia judicial», recalcando la falta de acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial desde 2018.
Para el catédratico de derecho internacional privado y vicepresidente de Impulso Ciudadano, Rafael Arenas, estos problemas tienen solución, según ha indicado en redes. «Sobre la independencia judicial: modificar la forma de designar a los vocales del CGPJ de acuerdo con las recomendaciones del Consejo de Europa y poner fin a la deslegitimación de la judicatura por parte de los distintos gobiernos (nacional y alguno autonómico)», recomienda. En cuanto al nacionalismo catalán, Arenas insta a «asumir que está dañando nuestra democracia y adoptar las medidas necesarias para reconducir la actuación de la Generalitat a la legalidad y garantizar el respeto de los derechos fundamentales en Cataluña».