El fugado Carles Puigdemont cree que, si todo se resuelve a su favor, podría volver a Cataluña entre los próximos meses de junio y julio. Así parece ser que se lo explicó al presidente del Foment de Treball, Josep Sánchez Llibre, con quien mantuvo recientemente un encuentro que la patronal ha enmarcado en un ciclo de reuniones de su representante con diversos eurodiputados.
Para que esto suceda, el ex presidente catalán necesita, por un lado, que el Tribunal de Justicia de la EU conteste en contra de la cuestión prejudicial planteada por el juez Pablo Llarena. Por otro, el mismo tribunal debería resolver a su favor el recurso presentado por su defensa tras la decisión del Parlamento europeo de retirarle la inmunidad como diputado.
Mientras espera que esto suceda, Puigdemont mantiene su actividad como supuesto exiliado. Así, el pasado sábado participó en la inauguración de la exposición A nation in retreat. La retirada vista per las Agències Fotogràfiques intencionales, organizada por la delegación de la Generalitat en Bruselas. En su intervención, el máximo responsable del referéndum ilegal del 1-O definió el exilio como «una herida profunda que a veces liga a generaciones». «La victoria», dijo también, «es que exiliados y refugiados siempre ganan porque luchar por la democracia, los derechos humanos, la vida o la dignidad es siempre la causa ganadora».