La inhabilitación del diputado de la CUP Pau Juvillà por desobediencia ha vuelto a ahondar las ya habituales tensiones entre las formaciones secesionistas. El desencadenante fue la petición in extremis ayer de la delegación del voto de Juvillà y la negativa de la presidenta Laura Borràs a aceptarla para no incurrir en desobediencia. En protesta, la CUP decidió no participar en la votación del dictamen, y reprochó a Junts que no podía «normalizarse la represión del Estado». Por su parte, los neoconvergentes denunciaron que se enteraron por los medios que se iba a exigir la delegación del voto y que ésta no se formalizó hasta media hora antes del Pleno.
Hoy, Junts no se ha andado por las ramas y ha acusado a los anticapitalistas de forzar a Borràs a desobedecer para neutralizarla. «La querían enviar a la papelera del Código penal», ha manifestado el diputado Jaume Alonso Cuevillas en declaraciones a la Ser Catalunya. Por lo que respecta a Esquerra Republicana, el diputado Jordi Orobitg también entró al trapo ayer recordándole a Junts que la situación que se estaba viviendo era la misma que cuando se planteó la inhabilitación del president Torra con el republicano Roger Torrent de presidente del Parlament. Ante esta acusación, los neoconvergentes han alegado que están haciendo más de lo que en su día hizo Torrent.
El separatismo ha perdido el 30% (casi 1 de cada 3) de los votos que obtuvo en 2017: de 2.079.000 a 1.456.000, més de 623.000 catalans han dit adéu al prusés, EN EL 14-F 2021 PORQUE la secesión ya no les ilusiona, no ven necesario movilizarse.Y JORDI C. (OMNIUM) Y PUIGDEMONT DICEN :» VICTORIA HISTORICA.»NO COMMENTS!