Finalmente, el Museo Hermitage abandona su intención de instalar una sede en Barcelona. Las razones no son otras que las numerosas trabas del Ejecutivo municipal de Ada Colau, que no veía con buenos ojos el proyecto. Según ha informado El País, la sede de la célebre pinacoteca rusa ha descartado seguir bregando contra los obstáculos municipales y abandonar el proyecto, buscando únicamente resarcirse con una indemnización en los juzgados. Como es sabido, la ubicación para la iniciativa frustrada era la Nova Bocana de la dársena barcelonesa.
Cabe destacar que los promotores del Hermitage llevaban invertidos hasta tres millones de euros en la empresa. No obstante, todas las partidas económicas dedicadas a la construcción de la pinacoteca han sido abortadas. Ahora, los promotores están pendientes de una indemnización vía judicial, que según Metrópoli Abierta podría rondar los 150 millones de euros.
El Puerto sí era partidario del museo
Llamativamente, la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) sí era partidaria de la inversión, a la que dio el visto bueno oficial el año pasado. Sin embargo, el Ayuntamiento la vetó con un derecho adquirido en la última actualización del proyecto. Previamente, el Ejecutivo de Colau sustentó su rechazo a través de distintos informes que merecieron las crítica de los partidos de la oposición. Según el gobierno de comunes y socialistas, el Hermitage agravaría la congestión del tráfico en la zona así como la turística. Pese a ello, las voces críticas achacaron el rechazo de Colau a su aversión a los macroinversiones vinculadas al turismo.