Esta mañana, a primera hora, Gobierno y agentes sociales iniciaban una nueva reunión para debatir sobre la prórroga de los ERTE asociados al Covid-19. El quinto encuentro en torno a la ampliación de esta medida ha finalizado, una vez más, sin consenso, aunque existe el compromiso de celebrar una nueva sesión mañana, 25 de junio. Sobre el tapete una cuestión peliaguda: concretar si los ERTE por fuerza mayor se amplían, o no, hasta el 30 de septiembre, como piden sindicatos y patronales.
Fomentar los ERTE parciales, no por fuerza mayor
El principal escollo reside en que Trabajo se niega a prorrogar los ERTES por fuerza mayor total (aquellos en los que todos los empleados están en el paro), no así los parciales y/o por causas objetivas. Los primeros incluyen bonificaciones al 100% en las cuotas de la Seguridad Social. El Ejecutivo prefiere no fomentar los ERTE vinculados a la pandemia, pensando en la repercusión en las arcas públicas, sino empezar a impulsar los parciales (aquellos en los que algunos empleados se han reincorporado, pero otros todavía no). Una vez finalizado el estado de alarma y con visos de que se reactive el consumo y la actividad económica, Trabajo propone mejoras en las exoneraciones de las cotizaciones sociales de los ERTE parciales.
A pesar de este escollo, parece que se están acercando posturas y existe el compromiso de zanjar esta cuestión a lo largo de esta semana. Hasta ahora se han constatado opiniones contrarias entre sindicatos y patronales. Los primeros parecen ver con mejores ojos la propuesta del ministerio de Trabajo, mientras las patronales prefieren que se mantengan los ERTE como hasta ahora y ampliarlos a finales de septiembre.
Habrá que ver cómo se desarrolla la reunión de mañana que tiene una fecha límite para concretar un acuerdo: el Consejo de Ministros del 30 de junio, donde se debatirían las condiciones pactadas.