La propaganda separatista trato de convencer a los ciudadanos de las bondades económicas de la secesión, denunciando que España practicaba un expolio fiscal a Cataluña que ascendía a los 16.000 millones al año. Este dato ha sido desmentido en varias ocasiones, una de ellas en el libro Las cuentas y los cuentos de la independencia, de Josep Borrell y Joan Llorach. Pero es que, además, la fuga de empresas a consecuencia del procés todavía no ha amainado. Tal y como relata Economista Digital, según datos del Colegio de Registradores, Cataluña volvió a liderar este año la pérdida de compañías en el ejercicio 2021, dejándose en el camino un total de 396.
En el otro extremo, sin embargo, se encuentra la Comunidad de Madrid, que gracias al declive de la Cataluña post procés y a su política de impuestos moderados se situó a la cabeza acogiendo un total de 194 empresas. Este dato confirma el sorpasso económico que la comunidad liderada por Isabel Díaz Ayuso dio a Cataluña en 2017, justamente el año del golpe perpetrado por el separatismo. Desde esa fecha, Cataluña ha perdido un total de 4.596 empresas a causa, según los expertos, de la inestabilidad originada por el desafío separatista.
Este deterioro económico es ignorado por las fuerzas separatistas pero no por las constitucionalistas, que no dejan de advertir el costo que ha supuesto para las arcas de la comunidad el envite secesionista. Hoy, por ejemplo, ha lamentado en redes la fuga de empresas señalada el líder de Ciudadanos en Cataluña, Carlos Carrizosa —aunque ateniéndose a datos publicados por Expansión, ligeramente distintos a los que aquí hemos referido. «Cataluña perdió el año pasado 348 empresas, un goteo constante desde el éxodo masivo del golpe secesionista de 2017. Ayer le recordé a Aragonès que debe trabajar por el desarrollo económico y social. Los JJOO de invierno son una gran oportunidad para Cataluña», ha señalado.