Desde el 2008 el Parlament ha pagado 1,7 millones de euros en concepto de licencia de edad a una veintena de funcionarios que han cobrado nóminas de escándalo sin tener que ir a trabajar. La investigación del diario ARA ha airado a muchos en Cataluña pero, sobre todo, ha lanzado a la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, como la nueva garante del buen uso del dinero público. Una jugada que ha puesto a ERC contra las cuerdas.
Y es que los republicanos no han podido explicar cómo a pesar de haber tenido en sus manos la presidencia del Parlament no han sido capaces de acabar con este sistema a todas luces injusto, tanto para los contribuyentes como para el resto de trabajadores de la institución. La portavoz de la formación, Marta Vilalta, ha afirmado que ERC «no conocía» esta situación, a pesar de que fue activada por un republicano, Ernest Benach, cuando fue presidente de la Cámara. Vilalta ha echado balones y ha intentado restar mérito a Borràs al exigir «una revisión a fondo» de lo sucedido y «más transparencia» a la vez que ha criticado que la investigación haya durado nueve meses. Las palabras de Vilalta son llamativas considerando que ERC ha ostentado la presidencia del Parlament en las dos anteriores legislaturas, con Carme Forcadell y Roger Torrent al frente de la institución.
La estrella Borràs
Borràs, por su parte, se ha mostrado este lunes orgullosa de haber logrado acabar con estos privilegios. La presidenta, han relatado en Twitter diputados de Junts como Aurora Madaula, ha trabajado durante meses «discretamente» para «eliminar privilegios y ejercer la transparencia en toda la Cámara». Otros tuiteros anónimos han agradecido a Borràs este trabajo; algunos han recriminado a ARA adjudicarse la medalla de la investigación y alguno, incluso, ha propuesto la creación de un nuevo partido liderado por la posconvergente, quien, no olvidemos, está investigada por un caso de presunta corrupción.