¿Qué impuestos suben en 2022?
En las últimas semanas de 2021 había comentarios alarmistas sobre el estacazo fiscal que vendría en 2022. Sin embargo, una vez terminado el año y aprobados los Presupuestos, hay que decir que, por ahora, no hay ningún estacazo fiscal. Con buen criterio, el Gobierno ha preferido aparcar cambios fiscales importantes, esperar el Dictamen de la Comisión de Expertos y confiar en que la recuperación económica se consolide.
En las últimas semanas de 2021 había comentarios alarmistas sobre el estacazo fiscal que vendría en 2022. Sin embargo, una vez terminado el año y aprobados los Presupuestos, hay que decir que, por ahora, no hay ningún estacazo fiscal.
Veamos cuáles son las modificaciones fiscales para el 2022:
1.En el IRPF, la reducción por aportación a Planes de Pensiones se rebaja a 1.500 euros anuales. Irrisorio. En 2021 fueron 2.000 euros. En 2020 y anteriores eran 8.000 euros. Se han cargado la previsión individual.
Como es tradicional en España, no se actualiza la Tarifa del IRPF en función de la inflación. Hasta ahora la inflación era muy baja, pero en 2021 ha sido un tremendo 6,7% y tienen razón quienes dicen que una renta de 106,7 euros en 2022 debería tributar al mismo tipo de gravamen de una renta de 100 euros de 2021 pues son económicamente idénticas.
2.En Sociedades se ha establecido el tipo mínimo de tributación del 15% sobre base imponible para las sociedades que facturen más de 20 millones. Para Bancos y Petroleras es el 18%. Esto tiene poca repercusión: casi todas las sociedades españolas tributan por encima de ese 15%.
3.En 2022 entra en vigor el nuevo Valor de Referencia del Catastro (VRC) para los inmuebles. Esto es importante. El VRC no tiene nada que ver con el Valor Catastral. Es un valor cercano al mercado, calculado por el Catastro en función de los precios escriturados sobre inmuebles análogos. Este VRC se aplicará en Transmisiones Patrimoniales y AJD, y en Sucesiones y Donaciones, donde sustituirá a los valores de las Tablas que aplican ahora las CCAA.
¿Cómo se aplicará el VRC en el Impuesto sobre el Patrimonio? Hacienda dijo que sólo se aplicaría a los inmuebles adquiridos a partir de 1 de enero de 2022. Pero no parece ser eso lo que se sigue del texto literal de la ley. Sólo falta que un impuesto tan impresentable como éste no sólo se mantenga, sino que se endurezca. Veremos.
4.Hasta el 30 de abril de 2022 se prorrogan las rebajas fiscales para reducir el importe del recibo de la luz. El IVA seguirá al 10% (en lugar del 21%) y el Impuesto sobre la Electricidad seguirá al 0,5% (en lugar del 5,11%).
¿Cómo ha ido la recaudación fiscal en 2021?
Para sorpresa general, la recaudación fiscal se ha comportado bastante bien a lo largo del año 2021.
Sabemos que en 2020 el PIB cayó un -10,8%. Batacazo histórico. Esperábamos en 2021 un rebote en torno al +7%. Pero las cosas se han torcido bastante y la previsión del Banco de España está en sólo un +4,5%. A la vista de un rebote tan pobre (muy inferior al de nuestros colegas europeos), temíamos datos de recaudación malos. Pero no ha sido así. La creación de empleo en 2021 (776.000 ocupados más) y las ayudas de los ERTEs le han permitido a Hacienda salvar la cara. Es raro el pobre crecimiento del PIB con ese incremento del empleo.
Disponemos de los datos de la AEAT hasta noviembre y podemos prever con fundamento la recaudación anual de todo el año 2021. Veamos:
El IRPF recauda un 7,3% más: 94.000 millones frente a 88.000 en 2020 y 87.000 en 2019.
El Impuesto sobre Sociedades recauda un 76% más: 27.000 millones frente a 16.000 en 2020 y 24.000 en 2019.
El IVA recauda un 14% más: 72.000 millones frente a 63.000 en 2020 y 71.000 en 2019.
En Impuestos Especiales (Combustibles, Tabaco y Alcohol) se recauda un 5% más: 20.000 millones frente a 19.000 de 2020 y 21.000 de 2019.
En resumen: los ingresos tributarios del 2021 crecen un 15%: son 223.000 millones frente a 194.000 en 2020 y 213.000 en 2019.
En cuanto a las cotizaciones a la SS, la recaudación en 2021 se sitúa en 125.000 millones, frente a 120.000 en 2020 y 124.000 en 2019.
En todos los casos es notoria la caída de ingresos en 2020, primer año de la pandemia. Pero en 2021 la recaudación se ha recuperado por encima de lo esperado, mejorando un poco las cifras del 2019. Es una buena noticia.
¿Qué va a pasar con los impuestos a partir de ahora?
A partir de octubre de 2022 el BCE reducirá las compras de deuda pública española desde 8.300 a unos 2.500 millones mensuales. Subirán los tipos de interés de la Deuda pública. Ya está pasando. Para evitar que los tipos se disparen el Gobierno debe presentar un Plan drástico de reducción del déficit. Ese Plan exige un gran acuerdo político y pivotará sobre tres palancas:
1ª. El crecimiento de la economía. Esto es lo principal. Necesitamos tres millones de empleos más. Eso es lo que mejora de verdad los ingresos públicos por impuestos y cotizaciones a la SS. Los políticos deben ponerse las pilas y centrarse en la creación de empleo. Todo lo que entorpezca ese objetivo debe ser desechado. Por eso, no es admisible que la Generalitat rechace la ampliación del Prat. O que un Ministro diga en Londres que la carne que exportan las grandes granjas españolas es de mala calidad.
2ª.La reducción de los gastos públicos. El capítulo más importante aquí es el de las pensiones. Prolongar la edad de jubilación, disminuir el importe de la pensión inicial… son medidas que es forzoso contemplar en alguna forma.
Y también es imprescindible que Gobierno central, CC.AA. y Ayuntamientos se tomen esto muy en serio. Deben suprimir gastos no indispensables, optimizar el gasto corriente, eliminar duplicidades, rentabilizar el patrimonio inmobiliario, cerrar canales de TV, oficinas de defensores del pueblo, consejos consultivos, cámaras de cuentas, acabar con las subvenciones puramente políticas… Mil cosas.
3ª.Un aumento de los ingresos públicos. Y aquí entra la tan traída y llevada Reforma Fiscal, que tenemos que hacer y que espera la UE. La Comisión de Expertos presentará el próximo febrero su Informe al respecto. A ver qué proponen. Y a ver qué caso les hace el Gobierno.
Las claves de la reforma fiscal
La Reforma Fiscal tiene que ser muy cuidadosa con el tejido empresarial. Es decir, con el objetivo de creación de empleo. Por eso, no es correcto destopar la base máxima de cotización a la SS (49.668 euros en 2022). Eso penaliza el empleo. Tampoco es correcto endurecer la tributación por Sociedades. Es más adecuado el incentivo fiscal, como se va a hacer con el emprendimiento innovador (Ley de start-up).
Es cierto que hay una brecha fiscal en los ingresos públicos entre España y nuestros colegas europeos. En torno a un 7% del PIB. Pero esa brecha nace fundamentalmente de nuestra elevada cifra de paro. Y no hay ninguna brecha en las cotizaciones a la SS (muy elevadas en España), ni en IRPF ni en Sociedades, con tipos de gravamen homologables. Como dice el Banco de España, la brecha está en el IVA y en nuestra baja tributación en Impuestos Especiales (combustibles, tabaco y alcohol). Y también en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Esto es lo que hay que retocar. Es tan necesario como impopular. Por eso hace falta un gran acuerdo político.
¿Y cuándo podrá aplicarse la reforma fiscal?
Hay que esperar a que la recuperación económica se consolide. El año 2021 no ha traído el rebote esperado. A ver qué tal va el 2022. El país está más castigado que los demás por el enorme peso de la industria turística en nuestra economía. Y todavía hay incertidumbre por la pandemia. Apostaríamos por una implementación gradual de la Reforma fiscal a partir de 2023.
Y, probablemente, habrá antes elecciones generales.
