Son conocidas las concomitancias de los comunes en diversos aspectos con el nacionalismo, siendo una destacada la defensa de la exclusión del castellano como lengua vehicular en la escuela. Ahora, una vez más, el nacionalismo lingüístico de esta formación ha quedado de manifiesto. Tal y como ha contado El Confidencial, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prohibió un acto promovido por la Asociación por una Escuela Bilingüe (AEB), la Festa Escola Bilingüe, en el mismo lugar donde, poco después, permitió a la asociación separatista Som Escola otro a favor de la inmersión lingüística.
Así, el Ayuntamiento de Barcelona denegó el permiso hace dos meses a la entidad probilingüismo presidida por Ana Losada para la celebración de un acto a pesar de que ésta lo había solicitado con un mes de antelación. Tal y como relata El Catalán, solo tres días antes del evento el consistorio denegó el permiso alegando que coincidía con un evento de los bomberos. Sin embargo, cuando la AEB propuso otras fechas el Ayuntamiento opuso otros pretextos. Por el contrario, poco después permitió, en el mismo lugar, un acto de similares características —al menos, en el plano organizativo— de Som Escola a favor de la inmersión.
Sesgo a favor del monolingüismo
Este sesgo a favor del nacionalismo lingüístico no sorprenderá a los que están al corriente de las políticas lingüísticas practicadas por el consistorio gobernado por comunes y socialistas. Por ejemplo, el mes pasado se supo que Colau ha concedido desde 2018 un total de 80.000 euros en subvenciones a la entidad ultra Plataforma per la Llengua, conocida por espiar a los niños en el patio para saber si hablaban en catalán o promover el señalamiento de los comercios que atienden en español.