La Guardia Urbana de Barcelona ha cifrado en 35.000 los participantes en la manifestación en defensa del catalán convocada por Som Escola. Un claro fracaso considerando los éxitos multitudinarios del pasado y que, en esta ocasión, la manifestación tenía como objetivo protestar contra las sentencias judiciales que obligan a que al menos un 25% de la enseñanza se imparta en castellano y a contado con el apoyo del Govern en pleno. No se puede obviar que el catalán, de cara a la galería, es la principal justificación de la existencia del separatismo. De ahí que llame la atención la pobre asistencia de independentistas a una protesta ,teóricamente, en defensa de su lengua. lógico si tenemos en cuenta que para la gran mayoría de catalanes, según las encuestas, es mejor educarse en dos lenguas, o tres si contamos el inglés, que en una sola ya sea el catalán o el castellano. la prueba es que la mayoría de dirigentes nacionalistas llevan a sus hijos a escuelas plurilingües. También porque en privado nadie sensato piensa que el problema del catalán sea dar el 25% de clases en castellano.
Entre los asistentes han estado el presidente del Govern, el republicano Pere Aragonés; el líder de ERC, Oriol Junqueras; la presidenta del Parlament, la ultra Laura Borràs; algunos miembros de En Comú-Podem; el líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y los representantes de los sindicatos CCOO y UGT en Cataluña, entre otros.
Xenofobia y supremacismo
La concentración ha tenido como escenario el Passeig de Sant Joan y durante la misma se han podido observar numerosas muestras de xenofobia y supremacismo, habituales en el separatismo catalán desde hace años. Algunos participantes no han dudado en insultar y amenazar a periodistas de fuera de Cataluña.
La manifestación se ha celebrado bajo el lema Ara i sempre, l’escola en català y hasta los medios independentistas han tenido que admitir que buena parte de los participantes hace décadas que no pisa una escuela. «La protesta ha recibido la asistencia de mucha gente mayor», ha explicado el digital de cabecera del Govern, El Nacional, que luego ha suavizado la realidad añadiendo: «Pero también de bastantes padres acompañados de sus hijos, que al fin y al cabo serán los primeros afectados si la Generalitat acata la sentencia del 25%».
Un 25% de español desde luego no es una amenaza para el catalán, pero puede que ayude a disminuir el fracaso escolar de los castellanohablantes y sobre todo pone en valor ambas lenguas para los niños. Debería volverse al modelo inicial de enseñanza inicial en la lengua materna e ir incluyendo la otra lengua oficial en su conocimiento y como vehicular de forma progresiva, hasta que alcanzar un 33/33/33