No defienden el catalán sino el régimen nacionalista

Hasta el nacional fascista más hooligan del independentismo, cada día más abundantes como  consecuencia del resentimiento y frustración por el fracaso del procès,  sabe que un 25% de clases en castellano no afecta en nada el aprendizaje del catalán por los escolares catalanes. Lo que pretende el nacionalismo no es defender o proteger el catalán. De lo que se trata es de perpetuar antidemocráticamente su poder. Se acosa al disidente para forzar su silencio o su salida de Cataluña. Para evitar su proliferación. Para justificar lo injustificable, los portavoces del nacionalismo acuden a la mentira y al victimismo más inconsistente y grosero.

No estamos ante un incidente lingüístico anecdótico. De intransigentes de uno u otro lado. Lo grave, lo fascista, es que desde el poder político no sólo se ampare si no que se incite intelectualmente al acoso a cualquier persona y , mucho más asqueroso, es la palabra, a un niño de 5 años.  Y todo ello con el silencio cómplice de medios de comunicación , teóricamente no nacionalistas pero alineados con el régimen nacionalista del que dependen económicamente.

Lo grave, lo fascista, es que desde el poder político no solo se ampare si no que se incite intelectualmente el acoso a cualquier persona y, mucho más asqueroso, es la palabra, a un niño de 5 años

Cataluña no es una dictadura con mayúsculas porque el independentismo no controla el poder judicial. Este es el único objetivo real de los ideólogos del régimen. La lengua es un mero instrumento emocional.

Las pocas encuestas realizadas en Cataluña sobre la lengua, eso no interesa, dan abrumadoras mayorías a los catalanes que prefieren que sus hijos aprendan en dos lenguas o , tres, si añadimos el ingles, que en una sola. Es de sentido común. Por ello se disfraza el debate de una cuestión de supervivencia de la lengua, para evitar el debate racional.  El catalán no esta en peligro de extinción. Si lo estuviera la pregunta sería¿ con Franco resistió y con la inmersión y el gobierno de la Generalitat controlado por los nacionalistas durante 40 años está al borde de la desaparición ? . ¡Vaya por Dios! .

Lo que preocupa al régimen no es que los alumnos no aprendan y sepan catalán , si no que no lo usen como lengua única que es lo que ellos pretenden imponer.  Ni el franquismo me impedía hablar en el patio del colegio en catalán, mi lengua materna.

Se disfraza el debate de una cuestión de supervivencia de la lengua para evitar el debate racional. El catalán no está en peligro de extinción

El problema del catalán, como el del casi todas las lenguas que no son el inglés, nace de las nuevas tecnologías, de la globalización, de la inmigración, de la conversión del inglés en el esperanto de las sociedades post nacionales. Y toda Europa lleva camino de ser lo para bien o para mal. En este sentido me parece bien una política de cuotas en plataformas como Neflix dentro de las posibilidades que permite la normativa comunitaria.

La lengua no ha creado problemas políticos en el País Vasco porqué se ha dado margen a la libertad individual, a la libertad de elección.  

En Cataluña se usa como arma política. En lugar de buscar consensos el nacionalismo busca la confrontación para intentar mantener una cohesión interna y una épica perdida.  Poco les importa que de esta forma se perjudique a los catalano-parlantes de ambientes monolingües. Es imposible escribir correctamente una lengua y tener un léxico amplio con una hora de clase sino es ni tu lengua familiar ni la de tu entorno. Por mucho que el Govern se llene la boca de que los alumnos catalanes ‘saben’ castellano al terminar su ciclo formativo.  La prueba fehaciente son muchos políticos. Además se niegan derechos a los castellano parlantes que quieren, legítimamente, que la escuela también enseñe en su lengua, aún conformándose con un 25%.  Se quiere convertir el castellano en una lengua extranjera lo que no beneficia ni al catalán ni a Cataluña.

En Cataluña se usa como arma política. En lugar de buscar consensos, el nacionalismo busca la confrontación para intentar mantener una cohesión interna y una épica perdida

Ser bilingüe es una riqueza, una ventaja competitiva. Querer transformarlo en una anomalía a abolir,  por cálculos políticos,  es mezquino y es otro signo de la decadencia de Cataluña.

Si Cataluña quiere recuperar su protagonismo en España y en el mundo, no por sus conflictos sino por su dinamismo y su creatividad, debe superar una división artificial en bloques identitarios. No sería muy difícil si no hubiera tantos intereses políticos por medio. Siempre he defendido una Ley de Lenguas que refuerce el carácter multi lingüístico de España, pero también el carácter bilingüe de Cataluña. Una buena medida para el catalán y Cataluña pero mala para los políticos nacionalistas atrincherados en el victimismo y la confrontación.