El cierre de Nissan está a la vuelta de la esquina. Toda la lucha, las protestas y las esperanzas de seguir en pie se han ido disipando una a una. Ni las enormes movilizaciones, ni los periplos en bicicleta para dar visibilidad al problema de la factoría, ni el traslado de cientos de trabajadores a Madrid para suplicar una solución ha conseguido salvar a la multinacional japonesa.
«No nos rendiremos. Lucharemos por un futuro»
Una vez asumido el cierre, el optimismo se hizo un hueco de nuevo entre los trabajadores, que ponían la mirada en la reindustrialización. Ahora, a poco más de un mes del paro definitivo, vuelven a temer por su futuro y sin pensarlo dos veces, vuelven a movilizarse. «No nos rendiremos. Lucharemos por un futuro». Así, de nuevo la plantilla de Nissan ha parado su actividad en las dos líneas de producción a media mañana de este viernes y ha cortado la ronda litoral en Barcelona.
La plantilla de Nissan ha parado su actividad en las dos líneas de producción a media mañana de este viernes y ha cortado la ronda litoral en Barcelona.
La China Great Wall Motors (GWM) quiere más
La china Great Wall Motors (GWM), principal candidata a quedarse con las instalaciones de Zona Franca ahora quiere más y devuelve a las tinieblas el futuro de la planta a pocos días de su cierre.
Quieren más subvenciones de las administraciones para redimensionar su negocio en Europa y una rebaja en el precio de alquiler por parte del Consorcio de la Zona Franca, propietario del terreno donde está ubicada la planta.
¿Una jugada maestra?
Ahora, el fabricante chino se replantea la instalación de su producción en Barcelona porque ya no pretenden producir 150.000 unidades al año, sino 300.000. Esto, insisten, significa que deberán invertir más en renovar una planta que no tienen claro que sea capaz de asumir tal producción. El gobierno, que ya se había comprometido a una inyección de aproximadamente cien millones de euros, no parece estar por la labor y ve esta exigencia como una especie de jugada maestra para exprimir la naranja al máximo.
No se descartan nuevas protestas
«Si quieren venir que lo digan, pero si no quieren venir, que no jueguen más con nosotros y empezaremos a trabajar en otras opciones».
Los sindicatos de Nissan se enteraron de la exigencia del fabricante asiático durante una reunión extraordinaria de la mesa de reindustrialización entre el Gobierno de España, la Generalitat y la compañía japonesa. Ahora, buscan forzar un cambio en la opinión de GWM y anuncian nuevas protestas en el caso de que el gigante chino se enquiste en sus exigencias. «Si quieren venir que lo digan, pero si no quieren venir, que no jueguen más con nosotros y empezaremos a trabajar en otras opciones», han exigido los trabajadores este mismo viernes.