Los equilibrios que tiene que hacer ERC para mantenerse en el poder en la Generalitat y como socio preferente del Gobierno en Madrid son cada vez más complicados. Así se desprende de las declaraciones de la secretaria general del partido, Marta Rovira, a Nació Digital en las que intenta explicar cuáles son las fórmulas activadas por ERC para lograr contentar a todos y no perder las riendas. Fórmulas que son, cuando menos, estrambóticas.
Rovira propone crear lo que llama un «grupo de trabajo» entre ERC, Junts y la CUP con el fin de comenzar a articular la celebración de un nuevo referéndum por la independencia. Al contrario que los cupaires, que tienen 2025 como fecha límite para esta consulta, Rovira tiene claro que el plazo no debe condicionar el proyecto. De ahí que asegure que los separatistas no pueden ser «esclavos de una fecha». En su opinión, el referéndum tendrá que celebrarse cuando se visualice» que los independentistas están «preparados». Con esta mesa, ERC pretende convencer a Junts y la CUP de que abandonen sus pretensiones de declarar la independencia por la vía unilateral, en el caso de los posconvergentes, o de celebrar la consulta antes de 2025, como piden los cupaires. Y todo con el fin de lograr el apoyo de estos últimos a las cuentas de la autonomía para 2022.
La líder de ERC, por otro lado, plantea también la posibilidad de organizar una mesa paralela a la de diálogo con el Gobierno central. En este nuevo «espacio de seguimiento del proceso de negociación» podría sentarse Junts, que se ha quedado fuera de la mesa original. El objetivo es, al parecer, hacer un seguimiento de las reuniones con el Gobierno central y hablar de posibles enfoques.