Los eurodiputados Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín, fugados de la Justicia española desde finales de 2017, han inaugurado oficina en Barcelona este jueves. Lo han hecho telemáticamente y con un claro mensaje dirigido a ERC para que no negocie con el Estado. Puigdemont ha aprovechado el evento para cargar contra los jueces españoles, asegurando que el país tiene los tribunales «y los problemas» que tiene porque en Europa «se derrotaron el fascismo y el nazismo pero en España no».
Más radical se ha mostrado Ponsatí, quien ha criticado el «diálogo mágico» y ha asegurado que es «imprescindible dejar de colaborar con España». Ponsatí ha apostado por la «confrontación directa» con el Gobierno central porque, ha añadido, «España no dialogará hasta que no se vea obligada». «Si te vendes antes de que te compren», ha advertido a ERC, «tu precio no vale nada«. La eurodiputada, que en su día aseguró que el 1-O había sido «un farol», ha señalado también que «en Cataluña no hay autogobierno». Toni Comín, por su parte y según recoge Vilaweb, ha explicado que esta oficina se ha abierto con el fin de denunciar que «en Europa hay un Estado que no respeta los valores europeos».
A la inauguración de la oficina han asistido presencialmente, entre otros, el secretario de Puigdemont, Josep Lluís Alay y el abogado Gonzalo Boye. También lo han hecho la presidenta del Parlament, Laura Borràs; los consellers Jaume Giró, Josep Maria Argimon, Lourdes Ciuró y Violant Cervera, y el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trias.