El nieto del último alcalde franquista de Pineda de Mar, Pere Aragonés, presidente del Govern, ha homenajeado este miércoles a los antifranquistas que, bajo el paraguas de la Assemblea de Catalunya, lucharon contra la dictadura de Francisco Franco en sus últimos años. Aragonés en un acto organizado por la Generalitat ha asegurado que el homenaje se dirige a «las personas que sumaron su compromiso democrático y político, plural, diverso y representativo del país, para tumbar el régimen y construir un futuro de esperanza y libertad».
Momento de retos, complejidades y ambiciones
El republicano no ha dudado en apropiarse del espíritu antifranquista de la Assemblea para convertirlo, como es habitual, en algo relacionado con el separatismo del siglo XXI que se desarrolla bajo el procés y que poco o nada tiene que ver con aquellos tiempos. Así, Aragonés ha afirmado, sin ningún tipo de reparo, que «la voluntad de comenzar y de hacerlo todo posible» de entonces «nos ha de continuar inspirando». Y ha añadido: «Un inconformismo y una voluntad transformadora necesaria en un momento tan lleno de retos, complejidades y ambiciones como el actual».
Junto a Aragonés, ha participado también en el homenaje la posconvergente Lourdes Ciuró, consellera de Justicia, quien ha asegurado que la Assemblea de Catalunya fue «uno de los hechos políticos y sociales de más alcance y trascendencia en Cataluña desde la Guerra Civil y también la mayor plataforma unitaria del antifranquismo catalán«.