Pese a que Cataluña es una sociedad bilingüe, no es ningún secreto que las bibliotecas públicas catalanas —como el resto de instituciones dirigidas por el nacionalismo— privilegian el catalán por encima del castellano. Si ir más lejos, un estudio de la Asamblea por la Escuela Bilingüe (AEB) de este mismo año ponía sobre el tapete que solo tres de cada diez libros de la sección infantil se adquirían en español, siendo el resto en catalán. Ahora, está discriminación podría revertirse gracias a la acción del Ministerio de Cultura, que condicionará las ayudas procedentes de los fondos europeos a las bibliotecas a que éstas adquieran el 50% de los libros en la lengua común.
Así, según cuenta el diario ARA, si se cumple esta condición, Cultura destinará 900.000 euros de ayuda a las bibliotecas catalanas. El ministerio establece que la mitad de los libros sea en castellano, pero permite que la otra mitad sea en catalán, así como que el 10% de ésta sea en otras lenguas extranjeras o cooficiales en el resto de España.
Fomentar el plurilingüismo
La condición de Cultura romperá la discriminación que practican las bibliotecas catalanas, cuya política es adquirir por sistema todo los libros que se publican en catalán. Para ella, cuenta con una total de 3,5 millones de euros al año para este fin, aportado por la Conselleria de Cultura. Las bibliotecas catalanas no han visto con buenos ojos que se les impongan cuotas. Sin embargo, desde el Gobierno central se defiende que el «acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas persigue precisamente respetar y fomentar el plurilingüismo, dentro de los parámetros de la Constitución».