Con el fin de mantener viva la política de inmersión lingüística y el agujero negro de recursos que esta supone para el bolsillo de los catalanes, los separatistas han puesto en marcha una campaña que tiene como fin hacer creer a los ciudadanos que el catalán está en peligro de desaparición. Protagonista absoluta de esta nueva hazaña independentista es la controvertida Plataforma per la Llengua, entidad conocida por espiar a menos en los patios de los colegios y por premiar a los chivatos que acusen a profesores universitarios de impartir sus clases en otra lengua que no sea el catalán.
Dirigida por Óscar Escuder, esta multisubvencionada entidad acaba de dar a conocer una encuesta que tiene como objetivo sustentar el supuesto peligro de desaparición que corre la lengua catalana y que se incluye en el InformeCAT 2021. Peligro que, por cierto, ya también anunciaban el año pasado. El sondeo, elaborado por GESOP, recoge básicamente los datos que, de ser ciertos, vendrían a demostrar el fracaso absoluto de la política de inmersión lingüística. Datos como que 8 de cada 10 catalanohablantes cambia al castellano cuando alguien se dirige a ellos en esta lengua. «Menos de uno de cada cinco», añaden, mantiene el uso del catalán en esta circunstancia.
Por respeto y por educación
La misma encuesta indica que el 43,5% de los entrevistados explica el cambio de lengua «por respeto» o «por educación». Un 16,3% cambia porque, añade el sondeo, considera que no les entenderán si les hablan en catalán. Por «territorios», en Barcelona cambia de lengua el 82,4% de los catalanohablantes mientras que en el resto del área metropolitana lo haría el 87,9%. En la «región metropolitana» pasan del catalán al castellano ante un castellanohablante el 79,5% mientras que en el resto de Cataluña lo hace el 76,5%.
Resulta sorprendente el dato de que nada menos que el 73,4% de los encuestados que dicen que votarían sí en un referéndum separatista admite que cambia del catalán al castellano cuando alguien les habla en español. «Un porcentaje que», según la Plataforma per la Llengua, «se eleva hasta el 96,7% entre los habitantes que no han votado por una opción independentista».
La encuesta ofrece una visión catastrofista de la situación del catalán en estos momentos. Así, por ejemplo, indica que «menos de un tercio de los habitantes de los territorios que son tradicionalmente catalanoparlantes, el 32,4%, tienen el catalán como la lengua habitual principal».