Pese a que en el Parlament, los partidos a favor del monolingüismo en catalán en la educación son mayoría —apoyan la medida tanto los nacionalistas de Junts, ERC y la CUP, como los comuns y el PSC—, en la sociedad catalana esto dista de ser así, prefiriendo de manera abrumadora los ciudadanos una educación trilingüe o bilingüe (85%). Sin embargo, pese al divorcio que se da en el Parlament, la Justicia sí parece estar de parte de la ciudadanía.
Y es que, según ha informado la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha tumbado los proyectos lingüísticos de cuatro nuevos centros educativos por vetar el castellano como lengua vehicular. En concreto, son las escuelas las escuelas Puig de les Cadiretes de Llagostera (Barcelona), Aura de Reus (Tarragona), Fragoal de Castelldefels (Barcelona) y el instituto Els Pallaresos de la localidad de Els Pallaresos (Tarragona). Estas cuatro se suman a otras dos cuyo proyecto lingüístico fue anulado en marzo: la Bogatell de Barcelona y la Josefina Ibáñez de Abrera.
La Generalitat recurre para retrasar su aplicación
El Govern ha presentado un recurso contra estas resoluciones en el Tribunal Supremo, una decisión que, según critica la AEB, solo persigue retrasar su aplicación inmediata. La entidad ha querido destacar el punto de inflexión que suponen estas sentencias pues, hasta ahora, «los reiterados pronunciamientos judiciales a favor de la consideración de las lenguas oficiales como lenguas vehiculares afectaban exclusivamente a los grupos-clase de los alumnos que solicitaban el modelo bilingüe de escolarización». En cambio, recuerdan desde la entidad, la «nueva doctrina supone un cambio sustancial en la aplicación del modelo de conjunción lingüística en tanto que afecta al conjunto de los alumnos y docentes de los centros educativos afectados y no sólo a los del grupo clase».