Al fugado Carles Puigdemont todo le sirve con tal de defender su causa contra España. Hasta situarse al lado de Polonia en su enfrentamiento con la UE cuando su compañero de huída, Toni Comín, ha defendido lo contrario en un par de intervenciones recientes ante la Eurocámara. En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, Puigdemont llega a afirmar que la UE no tiene ahora mismo «autoridad moral» para exigir a Polonia o Hungría que cumplan con el estado de Derecho.
En la entrevista, recogida por El Nacional, el líder de Junts y expresidente de la Generalitat asegura que la UE se mantiene en silencio ante los supuestos «abusos del Estado español» y pone como ejemplo «la represión y la violencia de la policía» o «la Justicia altamente politizada». En su opinión, esto tiene como consecuencia que la UE carezca de autoridad para exigir a estados miembro como Polonia respeto al Estado de Derecho. «No ha tratado a todos por igual», añade Puigdemont.
Complejo y sofisticado
Sostiene Puigdemont que esta supuesta doble moral es «uno de los graves problemas que tiene la democracia europea». «Todo el mundo ha de recibir el mismo trato«, insiste el eurodiputado que, en estos momentos, carece de inmunidad como tal por decisión del Parlamento europeo.
Puigdemont, por otro lado, asegura que el conflicto abierto por los separatistas con España «es hoy más complejo y sofisticado que hace cuatro años». Cree que las actuaciones del Gobierno contra la intentona golpista han ayudado a la «internacionalización» del procés: «A través de sus diferentes iniciativas para impedir nuestra libertad como diputados y como ciudadanos nos ha ayudado a hacer más conocido este caso».
El expresidente, finalmente, asegura que «siempre» ha defendido el diálogo con el Estado y añade que pide «más negociación». Sin embargo, sobre la mesa de diálogo abierta entre el Gobierno y la Generalitat mantiene su rechazo pues considera que España no ha dado muestras en los últimos cuatro años de querer negociar nada con el separatismo.