Al separatismo catalán nada le gusta más que la celebración de las derrotas. De ahí que este miércoles, 27 de octubre, no hayan pasado por alto el cuarto aniversario de uno de los momentos más sonrojantes del procés: la declaración unilateral de independencia proclamada por Carles Puigdemont y cuya duración no llegó más allá del minuto. Cataluña fue independiente durante, exactamente, 56 segundos.
Pero ese breve espacio de tiempo es hoy recordado como un momento histórico para unos independentistas que están en horas bajas, pendientes de la mesa de negociación con el Estado y de las peleas entre ERC y Junts o las corrientes internas del partido del ex presidente fugado de la Justicia española.
Sea como sea, en redes como Twitter los separatistas han evocado aquella jornada en la que la bandera de España no fue arriada en ningún momento del Palau de la Generalitat y tras la cual detenciones y fugas se convirtieron en la forma de hacer ver a los independentistas cuál era la realidad a la que se enfrentaban.