En una entrevista reciente, el expresidente de la Generalitat fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, declaraba que no deseaba que su situación particular —el «exilio», según el discurso separatista— sea resuelto en la mesa de negociación establecida entre el separatismo y el Gobierno de Sánchez. En este sentido, una de las posibles salidas que podría aportar dicha mesa sería la de concederle un indulto anticipado. ¿Cuál es, entonces, la estrategia que se plantea el líder prófugo en Waterloo? Pues regresar a España sin cargos y declarar de nuevo la independencia.
Así lo ha explicado en un discurso en De Pinte (Flandes), en un acto del partido gobernante N-VA: «Mi objetivo es regresar a Cataluña como hombre libre y levantar la suspensión de la Declaración de Independencia de Cataluña para hacerla efectiva». Las declaraciones han sido difundidas en redes sociales por su jefe de gabinete, Josep Lluís Alay.
Esta misión, sin embargo, se complica según Puigdemont por el papel que juega la prensa española en el caso. «Soy un objetivo que tiene que ser derribado por la máquina mediática española alineada acríticamente con el punto de vista de los tribunales y la policía. Eso trasciende mi caso personal porque erosiona España y toda la Unión Europea», ha sostenido.