La política regresa al primer plano en el Camp Nou. La Junta directiva del Futbol Club Barcelona, encabezada por el presidente Joan Laporta, ha decidido recuperar el himno oficial de Cataluña, el controvertido Els Segadors, en sus encuentros deportivos, materializando el regreso de la tonada nacionalista este domingo durante el clásico contra el Real Madrid. El encuentro se hallará teñido de un alto valor simbólico en el plano político, pues también estará presente el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que recuperará su asiento presidencial.
De esta forma, Laporta desanda el camino de despolitización emprendido por el expresident Josep Maria Bartomeu, que, pese a su confesa ideología separatista, eliminó en 2017 la difusión de Els Segadors en el campo porque una parte de la afición solía abuchearlo. Asimismo, un año más tarde, cambió el protocolo y resolvió que el presidente de la Generalitat, a la sazón Quim Torra, dejaría de ocupar el sitio presidencial en el palco del Camp Nou, pasando a ocuparlo el presidente del Club. Ahora, Laporta devuelve dicho lugar preeminente al líder del Govern.
El parapeto de la política
La decisión de Laporta de otorgar más protagonismo a la dimensión política del Barça es vista por algunos analistas como una manera de tapar la crisis deportiva que atraviesa el Club bajo su mandato. No conviene olvidar que el dirigente está pendiente del voto de los compromisarios para aprobar un aval de 1.500 millones de euros, lo que le permitiría sacar adelante su ambicioso proyecto Espai Barça. Otro frente del que espera le libren los compromisarios este domingo es la reforma de los estatutos para evitar su dimisión —recordemos que el artículo 67 exige la dimisión de la Junta Directiva si ésta no cierra todos los ejercicios con un resultado positivo después de los impuestos.