Es sabido que el separatismo se muestra contrario a cualquier manifestación social o cultural que vincule a Cataluña con el resto de España. Sin embargo, no lo es tanto que, en ocasiones, fuerzas en principio no nacionalistas como los comunes o el PSC participen de dicho rechazo. Así ha sucedido con la petición de Ciudadanos en Barcelona para que la Ciudad Condal acogiese una etapa de La Vuelta a España para 2023, que ha sido tumbada por el Ejecutivo municipal conformado por los comuns y los socialistas catalanes.
La decisión fue criticada ayer por el concejal naranja Paco Sierra, que recriminó al Ejecutivo municipal su «falta de voluntad política» para acoger una etapa de una de las tres grandes competiciones del ciclismo internacional. Según Sierra, los argumentos del gobierno barcelonés para rechazar la iniciativa son «puras excusas», recordando que el retorno de la inversión de un evento de estas características es mucho mayor al gasto que acarrea. A este respecto, el edil puso de ejemplo que «el gasto para albergar el Tour de Francia fue cercano a los dos millones de euros pero los beneficios para la ciudad superaron los 30 millones».
La Vuelta no recala en la ciudad desde hace diez años
La voluntad de la formación liberal era traer de regreso La Vuelta a Barcelona en 2023, que no recala en la capital catalana desde 2012, esto es, hace una década. El hecho resulta significativo por cuanto, como ha subrayado Sierra, se trata de la competición ciclista «más importante del país».