Cuatro días después del 81 aniversario de la muerte del ex presidente de la Generalitat y fundador de ERC, Lluís Companys, el grupo de Vox en el Parlament ha registrado una propuesta de resolución ante el Parlament para que su nombre sea retirado «de calles, centros oficiales, edificios públicos o monumentos». Los 11 diputados del partido liderado por Ignacio Garriga consideran que Companys tuvo «responsabilidad política principal y directa» en lo que definen como «los crímenes de la retaguardia» durante la «Guerra de España, entre 1936 y 1939».
8.352 personas fueron asesinadas en Cataluña bajo el mandato de Lluís Companys. Para ellos y para sus familiares Vox reclama «un reconocimiento público«. Además, la formación exige «levantar monumentos públicos en honor a las víctimas y restaurar los ya existentes».
«No estuvo a la altura de las circunstancias»
Vox considera que tanto la izquierda como el separatismo «han falsificado de forma deliberada y torticera la nefasta ejecutoria política de un hombre que no estuvo a la altura de las circunstancias históricas que le tocó vivir». En su propuesta, la formación recuerda que Companys «firmó el decreto por el que se creó el Comité de Milicias Antifascistas, encargadas de perseguir, torturar y, en última instancia, asesinar en todo el territorio que estaba bajo su control a cualquiera que no simpatizara con los ideales republicanos totalitarios». Vox, además, acusa a Companys de «haber entregado a los milicianos de la UCT, CNT, ERC y del POUM los fusiles de la Guardia de Asalto que estaban depositados en la Jefatura de la Vía Laietana». Fusiles que «fueron utilizados para asesinar a miles de inocentes catalanes».
Lluís Companys, recuerda el partido en su propuesta, firmó personalmente 400 sentencias de muerte. Otras de sus víctimas fueron asesinadas «sin juicios o pasando por burlescos tribunales populares, bajo la supervisión del Comité de Milicias Antifascistas». Companys, asegura Vox en su texto, «es, con toda razón y en honor a la verdad, el mayor homicida de la historia de la Cataluña moderna» y recuerdan que, entre sus víctimas, se encuentran 2.441 sacerdotes y religiosos; 1.199 charlistas y 281 representantes de la Liga Regionalista.