Durante el pasado ejercicio, uno de cada diez hogares catalanes no podía mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Si tenemos en cuenta que el precio de la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua han aumentado un 29,2% en un año, saltan las alarmas ante lo que les espera. “A las puertas del invierno, la renta disponible de estos hogares, lastrada en el contexto de la pandemia, pone en riesgo el acceso a suministros básicos. Un derecho fundamental de los ciudadanos”, avisan fuentes de CCOO.
Los suministros básicos, por las nubes
En Cataluña, el IPC interanual se sitúa en 3,7% en septiembre, seis décimas por encima del mes anterior (3,1%), según los datos facilitados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En términos interanuales, destaca el incremento de un 12,4% en vivienda -debido al encarecimiento de la electricidad, superior al mes de septiembre del año pasado-. También ha influido, aunque en menor medida, el aumento de los precios del gasóleo para calefacción y del gas.
Por otra parte, los productos relacionados con el transporte también han subido un 10%, comparados con el mismo periodo del año pasado. Se convierten, así, en los segundos más caros, según el INE.
En términos interanuales, destaca el incremento de un 12,4% en vivienda -debido al encarecimiento de la electricidad-. También ha influido, aunque en menor medida, el aumento de los precios del gasóleo para calefacción y del gas
Evolución similar en el resto del país
A nivel estatal, el IPC interanual se sitúa en un 4%, siete décimas por encima de la tasa registrada el mes pasado (3,3%) y tres décimas por encima del índice para Cataluña (3,7%).
En este caso, los productos que más han contribuido a esta variación han sido los mismos que en Cataluña. También destacan la vivienda, con un incremento interanual de un 14,5% y el transporte (9,8% más). «Si examinamos, detenidamente, el incremento de los productos energéticos y de los combustibles, veremos que los primeros han aumentado un 28,8% en un año. En cuanto a los carburantes y combustibles, también son un 21,2% más caros ahora que en septiembre del pasado», critican desde el sindicato.
La inflación subyacente estatal (no tiene en cuenta ni los alimentos no elaborados ni el precio de los carburantes) se queda en 1%. Es decir, tres décimas por encima del mes anterior (0,7%) y tres puntos porcentuales por debajo del índice general (4%), que sí incorpora el precio de los carburantes. «Las diferencias entre la inflación subyacente estatal y el índice general evidencia el enorme peso que tienen los componentes energéticos y combustibles en el incremento de los precios de los últimos meses», recalcan.