El separatismo no ha hecho ni un solo gesto público de apoyo a los jóvenes universitarios constitucionalistas de S’ha Acabat, atacados salvajemente esta semana en el campus de la UAB en Bellaterra. Sin embargo, se han volcado ante la supuesta agresión sufrida por el coche de un admirador de Carles Puigdemont. Se trata del concejal de Juventud en el Ayuntamiento de Cabrera de Mar, Óscar Fernández, quien ha denunciado los hechos en su cuenta de Twitter. Los autores del supuesto ataque han escrito en el capó del vehículo «muerte cachorro de Puigdemón».
El expresidente, fugado de la Justicia española y eurodiputado, ha mostrado su apoyo al edil de Junts en Cabrera de Mar. «Todo mi apoyo y mi acompañamiento ante estas amenazas criminales«, ha tuiteado Puigdemont, «seguramente no encontrarán nunca a los culpables pero por eso hay que denunciarlo aún más alto».
La presidenta del Parlament, la ultra Laura Borràs, también ha dado su apoyo a Fernández en la misma red social y en privado. «Estos hechos», según Borràs, «solo demuestran rabia e impotencia. Perseveraremos en nuestro compromiso con quien lucha por defender nuestra causa en el exilio».
Otros posconvergentes como Joan Canadell, Elsa Artadi o Mónica Sales han mandado mensajes de apoyo a la supuesta víctima. Lo mismo ha hecho el indultado Josep Rull, quien ha asegurado que el edil del Maresme ha sido atacado por «la impotencia de aquellos que se han de refugiar en las amenazas y las coacciones para defender su posición».