El llamado CNI catalán existe y, al parecer, estaba en manos de un empresario de Sant Cugat, Miquel Montero de Quadras, quien, entre otros objetivos, se había propuesto asaltar el Parlament una vez que el Tribunal Supremo diera a conocer la sentencia contra los líderes del procés por el referéndum ilegal de octubre de 2017. Para ello, según ha desvelado El Confidencial, Montero pensaba utilizar a los CDR, 13 de los cuales están actualmente procesados por la Audiencia Nacional por presuntos delitos de terrorismo.
Presidente de la empresa Atomian Cognitive Architects SL, Montero, según El Confidencial, gestiona las cuentas de Twitter @CNICatalunya y @CNIcat, desde las cuales se suelen emitir mensajes radicales a favor del separatismo, en contra de España y los españoles y pidiendo apoyo para las acciones de los ultras de los CDR.
Investigación de la Guardia Civil
En la misma noticia se asegura que Montero es la persona que se encontraría detrás de los CDR imputados por presunto terrorismo. Las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en ese caso serían las que habrían permitido destapar a este empresario de Sant Cugat como una especie de mando superior de estos grupos violentos. Estas investigaciones indican que, de este modo, Montero, junto a otros responsables del CNI catalán, habría dado la orden a los CDR de «crear la infraestructura logística necesaria» para acceder al Parlament en cuanto se conociera la sentencia del Supremo, aprovechando las movilizaciones convocadas por la organización anónima Tsunami Democràtic.
Desde la cuenta de Twitter de @CNICatalunya, han respondido a la noticia de El Confidencial tirando de humor.
Miquel Montero, por su parte, ha publicado tanto en su cuenta de Twitter como en su perfil profesional de LinkedIn un mensaje en inglés en el que asegura no tener nada que ver con lo publicado con El Confidencial. El empresario, que sí ha participado en otras épocas en grupos de debate sobre la independencia de Cataluña, ha asegurado que demandará al digital dado que no desea verse «envuelto en ninguna lucha política» porque respeta «todos los puntos de vista» y solo está volcado en su empresa.