El sesgo separatista que recorre la programación al completo de TV3 no solo resulta inocultable, sino que cada vez recoge más quejas por las constantes faltas de respeto que profieren contra los catalanes no nacionalistas, que representan alrededor de la mitad de la población. Un ejemplo nítido de esta conducta grosera contra el constitucionalismo se produjo de nuevo ayer, cuando uno de los presentadores estrella del canal autonómico, el controvertido Jair Domínguez, arrancó la celebración del aniversario del referendo separatista ilegal del 1 de octubre manifestando en las redes sociales el siguiente exabrupto: «Buenos días a todos. Puta España y puta mesa de diálogo».
Ayer mismo, Domínguez fue preguntado en la revista de cultura nacionalista Núvol por su papel de enfant terrible de Cataluña. Recordemos que, solo en los últimos meses, Domínguez, ha bromeado con lanzar objetos de hierro contundentes a la cabeza de la Guardia Civil o exclamado «Puta España» —su expresión fetiche— durante una entrega de premios.
Domínguez aplaude que cunda su ejemplo
A la pregunta sobre su rol de provocador profesional, Dominguez respondió: «Sí, pero por suerte salen otros nuevos. Si yo tengo que serlo con cuarenta años, es que en Cataluña falla algo. En el Està Passant ahora tenemos a Marc Sarrats, que está como una cabra, cosa que me da una cierta tranquilidad, porque me doy cuenta de que ya no tengo que hacer el papel de loco. Puede ser una persona tranquila, que es como soy realmente», aseguró. Por su parte, Sarrats, el colaborador al que alude Domínguez, defendió recientemente que en TV3 el «Puta España no se decía lo suficiente».