El expresidente de la Generalitat Quim Torra, inhabilitado hace un año por ordenar pancartas a favor de los políticos presos en periodo electoral, ha recibido este martes un homenaje en el Parlament. Acto que ha aprovechado para exigir a los partidos separatistas una nueva hoja de ruta para la independencia. Justo aquello que él no fue capaz de hacer cuando ejercía de presidente vicario por elección del fugado Carles Puigdemont.
Torra, que ha asegurado que volvería a ordenar que colgaran las pancartas, ha afirmado también que el separatismo no tiene «tiempo que perder«. Y, tras reclamar al Govern acciones políticas contra el cambio climático y para rescatar a las víctimas de la pandemia de COVID-19, ha vuelto a la utopía al exigir a ERC, Junts y Guanyem-CUP este nuevo plan hacia la ruptura con España.
A las palabras de Torra ha respondido su sucesor en el cargo, el republicano Pere Aragonés, que ha defendido la amnistía y el referéndum frente a la actitud del Estado. En el mismo acto también ha participado la presidenta del Parlament, Laura Borràs, quien ha asegurado que Torra ha sido «víctima de la arbitrariedad del Gobierno» por el hecho de «defender los intereses de la ciudadanía».