Tal y como era de esperar, la posconvergencia liderada por Carles Puigdemont ha arremetido este lunes contra la mesa de diálogo tras la detención del eurodiputado fugado de la Justicia española el pasado jueves en la italiana isla de Cerdeña. La portavoz de la formación, Elsa Artadi, ha afirmado tras el encuentro de la cúpula de Junts, que la mesa, ideada por ERC y el PSOE, «es entre socios parlamentarios en Madrid».
Artadi ha asegurado que esta mesa de diálogo no es más que la forma que tiene el Gobierno de Pedro Sánchez de «hacer creer a Europa que el conflicto se estaba encarrilando». Ello a pesar de que la UE ha dejado clarísimo en numerosas ocasiones que no se va a implicar en un problema que considera que es interno de España.
Negociación «de verdad»
«Esto», ha añadido Artadi, «también explica la exclusión de JxCat de este espacio. Incomoda Junts, que exige que haya una negociación de verdad». Una acusación dirigida de forma velada a ERC, dado que fue el presidente, Pere Aragonés, el que impidió que la posconvergencia sentara en la mesa de Jordi Sánchez, Jordi Turull y Miriam Nogueras, apelando a que no eran cargos de la Generalitat.
Junts, finalmente, mantiene su intención de orquestar un frente común separatista en el Congreso contra el Gobierno central. Sobre todo ahora, que toca negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2022. A esta pretensión ya ha respondido ERC con una rotunda negativa. Y a este rechazo ha respondido Elsa Artadi asegurando que se trata de «un cambio de guión» puesto que la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, sí se había mostrado partidaria de este frente independentista en Madrid.