La fintech separatista 11Onze comenzará a operar el próximo 1 de octubre. En estos momentos, cuenta con 2.805 potenciales clientes que aspiran a obtener unas de las 5.000 cuentas con las que la entidad presidida por el senegalés James Sène, afincado en Barcelona desde hace tres décadas, aspira a convertirse en el banco «de los Países Catalanes».
Nada se sabe sobre quiénes están detrás de este portal financiero que Sène define como «fincom«, la suma de las palabras fintech y comunidad. El presidente asegura que cuentan ya con «más de 150 propietarios e inversores». Medios como El Economista afirman que «el conglomerado en el que se basa el banco se pierde en una difusa red entre varios países». Sin embargo, fuentes independentistas cercanas a 11Onze y consultadas por elliberal.cat niegan que sea así: «Detrás hay personas importantes de las finanzas catalanas que, de momento, prefieren no darse a conocer. No hay nada de esto que están diciendo algunos medios. Además, la entidad cuenta con licencia bancaria de un país de la UE».
Comunidad y marketplace propios
11Onze, básicamente, es una app a la que los clientes accederán mediante un código específico que se obtiene al registrarse en el apartado Haz cola, algo que, aseguran en la web, es muy propio de los catalanes. Una vez dentro, y según explica Sène, accederán a todas sus finanzas, sean de la entidad que sean. Además, cuenta con una comunidad de usuarios en la que ya hay inscritas unas 10.000 personas y tendrá su propio marketplace, en el que se podrán intercambiar o vender y adquirir servicios y productos de todo tipo. Se inspira, según su presidente, en otras entidades como los bancos para personas de raza negra o LGTBI, que ya operan en países como EEUU.
El objetivo de 11Onze es convertirse en espacio de las finanzas de los residentes en Cataluña, Baleares y Valencia, sin renunciar, obviamente, a otros potenciales clientes en el resto del mundo. Y es que esta entidad nace en un momento en el que la banca tradicional está en una crisis que difícilmente superará ante otras alternativas que facilitan a los usuarios manejar sus finanzas se encuentren donde se encuentren.
Sin apoyo visible de los partidos independentistas
El hecho de que, al menos públicamente, ningún partido independentista se haya pronunciado a favor de 11Onze es observado por medios especializados como un hándicap para la fincom presidida por James Sène. Sin embargo, las mismas fuentes consultadas por este diario aseguran que «a nadie se le ha ocurrido que puede ser que a los accionistas no les interese en absoluto tener contacto con los políticos». «No les interesa alguien que se querrá apuntar tantos y al que luego vas a tener que colocar por eso de las puertas giratorias«, añaden, quitando importancia a esta falta de apoyo del establishment independentista.
Lo cierto es que 11Onze nace con la vocación de convertirse en la entidad financiera del separatismo. Es evidente por el nombre, la imagen corporativa o la fecha elegida para su lanzamiento. Pero eso también explica que, por ejemplo, esté inscrita «en un país europeo» con el fin de escapar al control del Banco de España: «No podemos correr el riesgo de que, ante una eventual declaración de independencia, el Banco de España le quite la licencia para operar. Así que se ha preferido buscar otro país en el que inscribir 11Onze para no tener problemas. Está claro que, si queremos la independencia, hemos de contar con una entidad financiera fuerte y eso es lo que se pretende conseguir con 11Onze». A la vez, no renuncia a captar clientes del resto de España y del mundo. De ahí que la web se presente en español y catalán, aunque la producción audiovisual sea únicamente en catalán.
Servicios ajenos y propios
James Sène, por otro lado, afirma que 11Onze tendrá uno de sus pilares «en la comunidad». Y es precisamente ese sentimiento de comunidad entre los llamados Países Catalanes el que debería facilitar el éxito de la entidad. «Innovamos porque llevamos el calificativo de comunidad a la esencia«, explica Sène. Y añade que las tres comunidades autónomas comparten «lengua, cultura y vida«.
La app de 11Onze se puede descargar ya bajo el nombre de El Canut. Inicialmente, ofrecerá en su cartera servicios de otras entidades y no será hasta después de Navidades cuando pueda ya ofertar otros propios como las tarjetas de crédito, para las que firmado un contrato con Mastercard. Los clientes, asegura el presidente, «podrán tener el control absoluto de sus finanzas y acceso a su dinero cuando quieran o como quieran. Es un monedero o un espacio a partir del cual puedes gestionar todo. Y con la ayuda de la propia comunidad y de los agentes de 11Onze».