A poco más de un año y medio de las elecciones municipales los partidos empiezan a perfilar sus estrategias. En esta línea, el secretario general de Junts Jordi Sánchez ha lanzado un llamamiento explícito a que los alcaldes, entorno a 170, y los concejales del PDeCAT, entorno a 2.000, se integren de una u otra forma en las listas de Junts.
La respuesta indirecta la ha dado Ángels Chacón que ha explicado que de cara a las elecciones municipales de 2023 su formación quiere ampliar el número de municipios con representantes del PDeCAT, por lo que ha planteado reformular el espacio político para «ser más, y ser más potentes».
En el fondo esta en juego la supervivencia del PDeCAT como partido independiente lo que irrita a los seguidores de Puigdemont que quisieran el monopolio del espacio post-convergente.
«En el fondo esta en juego la supervivencia del PDeCAT como partido independiente lo que irrita a los seguidores de Puigdemont que quisieran el monopolio del espacio post-convergente».
En este sentido de resistencia a la absorción de hecho por Junts , es como hay que interpretar las palabras de Chacón de reformular el espacio político de centro para » ser más y más potentes «. Según ha podido saber elliberal.cat el PDeCAT estaría negociando algún tipo de acuerdo con la confluencia entre La LLiga, Lliures y el PNC que tienen previsto realizar un congreso fundacional de un nuevo partido catalanista de centro el próximo mes de diciembre. Las diferencias del PDeCAT con Junts van más allá de las prioridades, economía y reconciliación versus referéndum y unilateralidad, y alcanzan a la definición ideológica de centro del PDeCAT y las otras fuerzas catalanistas mencionadas frente a las veleidades izquierdistas de Jordi Sánchez.
«El PDeCAT estaría negociando algún tipo de acuerdo con la confluencia entre La LLiga, Lliures y el PNC que tienen previsto realizar un congreso fundacional de un nuevo partido catalanista de centro el próximo mes de diciembre».
El espacio de centro-derecha catalanista, mayoritario en Catalunya durante la etapa de Pujol, considera que tras el fracaso del ‘procés’ es el momento de volver a conectar con un sector social que actualmente esta huérfano de representación política y que ya ha desconectado de la independencia a corto plazo y lo que quiere es gobiernos centrados en la gestión eficaz y competente de una Catalunya en decadencia.