Unas 10.000 personas han participado este domingo en la manifestación convocada por diversas organizaciones contra la ampliación del Aeropuerto del Prat y que ha tenido como punto final, desde diversas poblaciones cercanas al aeródromo, Barcelona. La organización ha cifrado la participación en 90.000 manifestantes, que han coreado lemas como el de «más calabacines y menos aviones«.
Entidades como Zeroport, Ni un Pam de Terra o SOS Costa Brava han sido las convocantes de una protesta que se ha producido pocos días después de que el Gobierno central haya anunciado que suspende el proyecto de ampliación aprobado por AENA por no contar con el respaldo del Govern. Respaldo que, en realidad, sí tenía por parte de los consellers de Junts, pero no de los de ERC, que considera que el PSOE ha querido «chantajear» al Ejecutivo autonómico con esta ampliación.
Si bien es cierto que ningún cargo de ERC en el Govern ha participado en la protesta sí lo han hecho otros republicanos como los ex consellers Raül Romeva, recientemente indultado, o Meritxell Serret. Romeva ha asegurado en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter que no aceptarán «ni chantajes ni imposiciones«. «Sin consenso ni diálogo sobre el territorio», ha advertido, «no hay proyecto. Trinchando el territorio, La Ricarda, no habrá consenso».
Personajes como el periodista Jordi Évole han participado también en la protesta. En su cuenta de la red social, Évole ha asegurado que se había intentado «desmovilizar» a la gente pero que no se ha conseguido. También ha señalado que la presencia de muchas «pancartas caseras» demuestra que la protesta no ha sido politizada, a pesar de que tanto ERC como Guanyem-CUP habían pedido a sus bases días atrás que participaran en la misma.
En nombre de los organizadores ha leído el manifiesto el abogado de la plataforma SOS Costa Brava, Eduard de Ribot. «Es una lucha compartida», ha dicho De Ribot, «es la lucha por defender el derecho a respetar los espacios protegidos de este país». El abogado ha recordado que los espacios naturales protegidos son «el oxígeno para respirar» y que «no se puede atentar contra ellos». De Ribot ha denunciado cuestiones como la autorización «a la Caixa» para hacer tres edificios en Palafrugell en un terreno protegido. «Si el país tiene una red de espacios protegidos y dejamos pavimentar y hacer un aeropuerto y pavimentar y hacer urbanizaciones, ¿de qué sirve?», se ha preguntado.