Primeras reacciones a la Sentencia 1112/2021, dictada y publicada este martes por la sección cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo (TS). La resolución del alto Tribunal autoriza la petición de la Xunta de exigir el certificado COVID para acceder a bares, restaurantes y discotecas en Galicia.
El TS acaba de dar la razón al recurso de Casación, interpuesto por el Gobierno de Núñez Feijóo, contra el auto del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. El tribunal gallego dudaba de la eficacia de esta exigencia sanitaria para evitar contagios, y así lo hizo saber el pasado mes de agosto. Ahora, el TS ha ratificado las medidas sanitarias adoptadas por la Xunta, aunque puedan limitar derechos fundamentales.
Certificado COVID para volver a trabajar
Basándose en la sentencia del TS, la Federació Catalana de Locals d’Oci Nocturn (FECALON) exige la adopción de esta medida al Govern. “El control de acceso mediante el pasaporte COVID permitiría la reapertura de las actividades de ocio cerradas. Por ejemplo, discotecas, bares musicales y otras actividades suspendidas”, explican fuentes de FECALON.
«Proponemos ampliar horarios para evitar aglomeraciones en las salidas. También sugerimos limitaciones de aforo en el interior, además del pasaporte COVID como condición de acceso«
Fuentes de FECALON.
Reapertura “inexcusable”, según FECALON
La resolución SLT/2751/2021, de 9 de septiembre, prorroga las medidas en materia de salud pública adoptadas por la Generalitat. Incluido el cierre del ocio nocturno. La resolución, con vigencia de siete días, vence el próximo viernes. Entonces, se deberá publicar una nueva norma que la sustituya. Fuentes de FECALON instan a la Generalitat a adoptar el certificado COVID como requisito para la reapertura del sector, tras la sentencia del Tribunal Supremo (TS).
La sentencia destaca lo injustificado del cierre de las actividades recreativas nocturnas: “Teniendo en cuenta la evolución de la pandemia y las severas restricciones pasadas, el cierre podría hacer que el ocio nocturno derive en concentraciones en la vía pública. Ello supondría un grave riesgo para la salud pública de todos, además de los costes económicos y laborales en los sectores afectados”. Tan solo hay que recordar las imágenes de botellones semanales en toda Cataluña, o las aglomeraciones de miles de personas durante la Diada. Entonces, el 11-S se produjo una modificación normativa, prácticamente a la carta.
«A estas alturas de mes, ya se aprecia normalidad absoluta en todos los ámbitos que han reiniciado su actividad: laborales, académicos, deportivos, comerciales, etc. Por eso, entendemos como inexcusable la reapertura inmediata del ocio nocturno«, afirman desde FECALON.
Además, subrayan: «Proponemos ampliar horarios para evitar aglomeraciones en las salidas. También sugerimos condicionantes idénticos a bares y restaurantes, con limitaciones de aforo en el interior. Nos parecen actividades esencialmente idénticas. Aun así, la restauración no contaría con la obligatoriedad y garantía del pasaporte COVID como condición de acceso«.