Los enfrentamientos entre ERC y Junts no cesan. A pesar de compartir gobierno, ambas formaciones parecen empeñadas en demostrar a los ciudadanos que solo son compatibles a la hora de decidir cómo repartirse el poder y los sueldos. El motivo del nuevo desencuentro es, como era de esperar, la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat, que se reunirá a finales de la semana que viene en Barcelona y a la que aún no se sabe si asistirá Pedro Sánchez.
El presidente del Govern, Pere Aragonés, ha reclamado este viernes la unidad del separatismo ante este encuentro. Y, sabiendo de las reticencias de la posconvergencia sobre el mismo, ha planteado, en una entrevista en Catalunya Ràdio, que «si alguien cree que hay una vía alternativa, que la explique y que la concrete». «No se ha concretado esto», ha abundado, «y, hasta que no se concrete, solo hay una propuesta sobre la mesa, que es la negociación«.
La única perspectiva, «el fracaso»
Unas palabras que no han gustado en absoluto a Junts. Así lo ha demostrado, por ejemplo la presidenta del Parlament y número 2 de Carles Puigdemont, Laura Borràs. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, ha afirmado que «la mesa de diálogo es un eslogan que ya dura un año y medio». Y ha añadido: «Ni una sola concreción ni ninguna en perspectiva que no sea el fracaso. Pedir concreción a los demás cuando eres tan pobre en tus concreciones no es aceptable. La alternativa es la unilateralidad«.
A este tuit ha respondido, entre otros, el politólogo cercano a ERC Joan Mangues, que ha retado a Borràs y a Junts a romper el pacto con los republicanos para gobernar la Generalitat: «Si tanto fracaso os parece, romped el Govern y explicad con concreciones y estrategias lo que proponéis».