La presidenta del Parlament, la ultra Laura Borràs, ha enviado esta semana la invitación de la Cámara a todos los diputados para que asistan a la entrega de medallas a los indultados del procés. Una invitación que ha sido recibida con algo más que desagrado por parte de los seis representantes de Ciudadanos, cuya diputada Anna Grau ha respondido a Borràs con una misiva en la que le recuerda que «Cataluña es de todos».
En su escrito, Grau aclara a Borràs que el «país imaginario» de la número 2 del fugado Carles Puigdemont está habitado «exclusivamente por el 52% del 25% de la población catalana actual con derecho a voto«, en referencia a los resultados obtenidos por el separatismo en las últimas elecciones autonómicas. Un país imaginario, prosigue la diputada naranja, «con lengua única, discurso único y sin dinero para atender las necesidades reales de una sociedad diversa y plural».
Un insulto a millones de catalanes
«Si no se ve capaz de honrar a la institución», recomienda Anna Grau a Laura Borràs, «por lo menos no la deshonre«. Desde Cs se considera que la imposición de las medallas del Parlament a los condenados e indultados por el referéndum ilegal del 1-O «es un insulto a millones de catalanes atacados en sus derechos fundamentales precisamente por las personas a las que usted pretender dar la medalla de oro de esta institución».
Grau, en su la misiva, anuncia que los seis diputados de Cs no asistirán al acto. Y advierte a Borràs en particular y al separatismo en general: «Seguiremos denunciando todos y cada uno de sus atropellos y desmanes, como hemos hecho siempre porque Cataluña es de todos. Dejen de alimentar el odio y la confrontación y asuman de una vez la realidad plural de nuestra comunidad».