La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha rechazado este lunes cualquier apoyo a la celebración de un referéndum por la independencia durante la actual legislatura. Lo ha hecho en una entrevista en TV3 en la que ha afirmado que «la gente no está para tonterías«. Unas declaraciones que han ofendido a los separatistas, que consideran que no es adecuado que la alcaldesa de la capital catalana llame «tonterías» a su tan deseada consulta sobre la ruptura con España.
Ante las críticas y en un mensaje enviado por Whatsapp y publicado en Twitter por el asesor de Carles Puigdemont para redes sociales, Áleix Clarió, Colau ha dado marcha atrás: «Mi posición y la de mi espacio político ha sido siempre la misma: avanzar hacia un referéndum pactado y acordado«. No han quedado ahí las explicaciones. La alcaldesa, en lo que vulgarmente se llamaría una bajada de pantalones en toda regla, ha intentado aclarar que al decir «tonterías» no se refería al referéndum sino a «polémicas con temas menores como si Pedro Sánchez va o no a una reunión o a las peleas entre partidos y a las promesas irreales a corto plazo». De poco le han servido las aclaraciones porque a Clairó le ha bastado tuitear el vídeo con su intervención en TV3 para demostrar que sí se ha referido a la sacrosanta consulta como «tonterías».
Triste y mediocre
Y es que las palabras de Colau no han sentado precisamente bien a los independentistas. El ex presidente Carles Puigdemont ha asegurado en un mensaje difundido a través de su canal de Telagram que «no deja de ser triste que, para los Comunes, la máxima expresión democrática haya pasado a ser una tontería».
Más duro ha sido en su respuesta el también ex presidente Quim Torra, quien, a través de su perfil de Twitter, ha calificado de «lamentable» la posición de Colau. «La alcaldesa de la capital del país tildando de simples a la mayoría social del país», ha escrito Torra, «cuando Barcelona renuncia a ponerse al frente de la nación se provincializa y la mediocridad la engulle».
Otros han preferido mostrar las contradicciones de la alcaldesa de Barcelona. Es el caso del politólogo Joan Mangues, que ha recordado que Colau defendía en 2017 la celebración de la consulta «si una mayoría quiere resolver una cuestión como la relación entre Cataluña y el Estado». Mangues ha achacado el cambio de postura de la alcaldesa al hecho (no del todo cierto) de que el separatismo sea ya el 51% del electorado.
Pitada virtual a la alcaldesa
Twitter se ha llenado de mensajes en contra de la alcaldesa, que ya ha recibido sonoras pitadas por parte del separatismo en las fiestas de Gràcia y en las de Sants. En el caso de Gràcia, la alcaldesa acabó llorando en el balcón y tuvo que ser el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, quien saliera en su defensa. Un gesto de caballerosidad que le ha costado numerosas críticas por parte de los radicales. Este lunes la pitada se ha producido en forma de tuits.