¿Puede suceder que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dé plantón al autonómico Pere Aragonés en la primera reunión de la mesa de diálogo? Algo de eso deben temer en el Ejecutivo de ERC y Junts en vista de la insistencia con la que los periodistas de los medios separatistas han preguntado este martes sobre esta cuestión a la portavoz del Govern, Patricia Plaja, tras la celebración del Consell Executiu.
Plaja no ha sido muy contundente en su respuesta. Ni para decir sí, ni para decir no. Se ha limitado a recordar que este primer encuentro de la mesa de diálogo bajo la presidencia del republicano Aragonés «es muy importante» porque marca el inicio de una nueva etapa en la relación entre el Gobierno central y el autonómico. «Esperamos», ha insistido Plaja, «que Pedro Sánchez esté en el otro lado de la mesa» en una reunión que, previsiblemente, se realizará en la semana del 13 de septiembre.
No ha desvelado la portavoz del Govern qué hará Aragonés en caso de que Sánchez no acuda a la reunión. Tampoco ha podido decir quiénes serán los representantes del Ejecutivo autonómico en la mesa de diálogo ni cuál será el orden del día. Sin embargo, sí ha dejado claro que llevarán a Madrid las cuestiones de la amnistía y la autodeterminación. Una postura para la que, ha recordado, es necesario que el Govern tenga el respaldo tanto de los partidos como de las entidades que defienden estos objetivos, la ANC y Òmnium Cultural principalmente.
Un acuerdo de país que no todos apoyan
Para lograr este respaldo trabajan estos días todos los implicados, buscando lo que Plaja ha definido como «un acuerdo de país importantísimo». «Estamos ante una negociación compleja», ha añadido, «y la voluntad es ir acompañados de esa parte de la sociedad catalana que defiende la amnistía y la autodeterminación».
La voluntad está ahí pero lo cierto es que solo ERC defiende esta mesa de diálogo. Su socio de Gobierno, Junts, la observa con escepticismo, aunque seguramente participará en ella, como ya sucedió en febrero de 2020, cuando la comitiva catalana estuvo encabezada por el hoy inhabilitado Quim Torra. Su otro socio, Guanyem-CUP, ha puesto como condición para apoyar al Govern de Aragonés que esta mesa tenga un plazo de dos años para obtener resultados tangibles en lo que la autodeterminación y a la amnistía se refiere. Òmnium sí ha mostrado cierta sensibilidad hacia la negociación con el Estado, mientras que la Assemblea de Elisenda Paluzie se opone rotundamente. Tanto es así que la manifestación del próximo 11-S estará más dirigida contra Aragonés y ERC que contra el Gobierno del socialista Sánchez.