No hay programa o tertulia de TV3 donde los malos hablen en catalán. Es norma de la casa desde hace años y no importa cuál sea el público objetivo de los programas en cuestión. El separatismo no respeta ni siquiera a los menores y, así, es habitual que en los programas infantiles los personajes malos se expresen exclusivamente en castellano, mientras que los buenos lo hacen únicamente en catalán.
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha denunciado por enésima vez esta situación. Lo ha hecho a través de su cuenta de Twitter y con un mensaje en el que afirma que «la normalidad» en Cataluña consiste en que los castellanoparlantes paguen con sus impuestos el «sectarismo» de la televisión pública. Al mensaje de Arrimadas han respondido numerosos separatistas que no han dudado en insultar gravemente a la número 1 de la formación naranja a nivel nacional. «Montapollos» es el adjetivo con el que habitualmente estos radicales se refieren a Arrimadas y han sido muchos los que así se lo han dicho en Twitter. Pero también la han llamado «arpía«, «catalanófoba«, «enferma» e «hija de la gran puta«.
Dinero de todos para insultar al adversario
Sin embargo, la cosa no ha quedado en Twitter. En El Nacional, el digital propagandístico más subvencionado por la Generalitat, ha arremetido contra la líder de Ciudadanos con un artículo en el que también se refiere a Arrimadas como «montapollos». «Ya ni hace política», afirma el digital de José Antich, «el único motivo por el cual alza la voz es cuando ve, oye o le han dicho alguna cosa que ha salido en la televisión pública catalana».
El Nacional, medio que se financia básicamente gracias a los impuestos de todos los catalanes y que, en el último ejercicio conocido, recibió casi 600.000 euros en concepto de publicidad institucional, se refiere a Ciudadanos como «niños con los papeles mojados a quienes la maestra les tiene que ir poniendo en su sitio una y otra vez». Y añade: «Solo hay que ver las galletas de Laura Borràs a Nacho Martín Blanco o Carlos Carrizosa en el Parlament por no saberse el reglamento».
«Es grotesco el intento torpe de esta señora para buscar cualquier excusa para soltar su odio contra la televisión catalana«, sigue el artículo, «y ridículo. Muy ridículo». No contentos con esto, desde el digital de Antich califican de «esperpéntico» el mensaje de denuncia de la líder de Ciudadanos y aseguran que Twitter «alucina con los intentos abyectos de un personaje nocivo que vive de buscar brega».