El mapa de alianzas independentistas en Cataluña de cara a las próximas elecciones autonómicas se va complicando poco y dejando ya atrás la crisis de la pandemia del COVID-19. En el centro de la polémica se sitúa ahora JxCat y, sobre todo, su portavoz en el Congreso, Laura Borràs. Imputada por un presunto caso de corrupción cuando era directora del Institut de les Lletres Catalanès, el escándalo llega ahora al Cámara baja tras la petición, por parte del Tribunal Supremo, de un suplicatorio para poder investigar a la posconvergente.
Todo indica que la mayoría de los diputados dará luz verde al suplicatorio. Que ERC pudiera votar a favor del mismo estaba claro desde el instante en el que en enfrentamiento con JxCat es abierto e intenso. Lo que ha sorprendido ha sido que los cuatro diputados de la CUP hayan anunciado que votarán también a favor de la investigación. Tanto que desde JxCat se les exige, al menos vía redes sociales, un cambio de postura apelando a la supuesta persecución de Borràs por parte del Estado por ser independentista. Un argumento que no convence a los cupaires. Buen ejemplo de ello es la explicación ofrecida en Twitter por uno de sus diputados, el historiador Albert Botran, que ha denunciado la pretensión de JxCat de lograr «un cierre de filas acrítico» del independentismo en torno a Borràs.
Exigen asumir responsabilidades
Botran ha recordado que la Sindicatura de Cuentas, que es la que ha ratificado que se cometieron irregularidades en los contratos de la ahora diputada denunciados por la Guardia Civil, es un organismo «elegido por el Parlament». «Ante esto», ha añadido, «lo primero que habría que hacer es asumir responsabilidades y no refugiarse en que todo es un montaje«. En el mismo mensaje, ha subrayado que los códigos éticos de «muchos partidos» establecen la renuncia al cargo cuando un responsable público es investigado o imputado.
Desde la CUP se admite que, tal y como denuncia JxCat, existe «una persecución política» contra Borràs. Sin embargo, también se señala que, de haber aceptado su petición de renunciar al escaño, ahora no sería investigada por el Supremo. «Hace días que comenzamos a buscar un posicionamiento conjunto del independentismo que combine la denuncia de la persecución política con una exigencia de transparencia y responsabilidad ante cualquier sombra de duda porque nos va la credibilidad«, ha señalado el diputado cupaire.
La estelada que todo lo tapa
A esta postura de la CUP se ha respondido desde JxCat «activando la caza de brujas«, según denuncian estos días los cupaires. Buena prueba de ello son tuits como el del ex diputado posconvergente Lluís Llach, que ha cuestionado a la CUP con un «¿dónde estáis?».
No ha sido, sin embargo, Llach el único en arremeter contra los cupaires. Militantes de base de la posconvergencia, usuarios anónimos, políticos y hasta periodistas se han enzarzado contra la CUP intentando que cambien el sentido de su voto para dejar claro en el Congreso que la estelada de la independencia lo cubre todo.