El mito que contruyó el separatismo con la figura del mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, sigue agrietándose. Recordemos que, durante el procés, sus repetidos gestos al movimiento secesionista le valieron la admiración de éste —se llegó a imprimir una camiseta con la respuesta abrupta que le espetó a un periodista extranjero que no entendía catalán—, si bien más tarde abjuraron de él después de que durante el juicio al golpe separatista afirmase que la vía unilateral era una «barbaridad» y que él mismo hubiese detenido a Carles Puigdemont de pedírselo un magistrado.
Ahora, su imagen quedará más deteriorada ante el movimiento al trascender, según cuenta el diario La Razón que Trapero visitó el pasado 15 de julio el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y La Zarzuela sin que la Conselleria de Interior tuviese conocimiento de ello y sin que sepa nada del contenido de dichas citas. En todo caso, el departamento liderado por Joan Ignasi Elena se ha mostrado convencido de que estos encuentros fueron de naturaleza operativa y que tenían todo el sentido.
Asiduo a Madrid
Recordemos que el pasado mes de junio Trapero acudió al Ministerio del Interior en Madrid a una cumbre a la que asistieron los principales mandos de Guardia civil y Policía, y de los Mossos d’ Esquadra. Ya estuvo en la Comunidad de Madrid para asistir al acto, en Valdemoro, de destrucción de armas que se incautaron a bandas terroristas, si bien en esta ocasión se trató de una reunión estrictamente operativa. En esta ocasión, sin embargo, las reuniones se han producido en medio de una opacidad que, como era previsible, no han sido del agrado del separatismo, que se ha preguntado qué hace el máximo responsable de la policía catalana manteniendo dichos encuentros.