Si algo parece que empieza a estar claro en Cataluña es que el actual Govern, a pesar de los plazos que se han dado entre sus componentes, no tiene ninguna intención de celebrar una consulta por la independencia en esta legislatura. Y mucho menos que el presidente, el republicano Pere Aragonés, vaya a declarar la ruptura unilateral con España. Así se desprende de algunas declaraciones realizadas por el líder de ERC desde su llegada a la jefatura de la Generalitat. Y así se ha vuelto a entrever este miércoles, en una entrevista concedida por Aragonés a la ACN y recogida por diversos medios separatistas.
Falta menos de un mes para que la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat se reúna por segunda vez. Será la primera con Aragonés como presidente y este ha amenazado con que, si las negociaciones no van por el camino previsto, «habrá momentos de choque«. Eso sí, ha dejado claro que no será ahora, sino con «generaciones futuras«.
Solución negociada obligada
El republicano ha advertido al Gobierno también de que el proyecto separatista «no desaparecerá», sea cual sea la actitud del Estado. También se ha mostrado partidario de que la mesa de diálogo se reúna cada dos o tres meses y ha recordado que sus integrantes tiene «la obligación de explorar una solución negociada» que, además, tendrá que ser refrendada por los catalanes.
«Hemos de tener mirada larga y defender el referéndum y la amnistía donde sea», ha señalado Aragonés. El presidente, finalmente, ha pedido al resto de partidos con los que gobierna, Junts y Guanyem-CUP, que, si tienen una alternativa «aplicable a corto plazo» a la negociación con el Gobierno que la «pongan sobre la mesa».