En un acto breve sin ornamentos ni discursos. En silencio. Así han recordado hoy, víctimas, familiares, transeúntes, cuerpos de seguridad y autoridades a cada uno de los 16 fallecidos y 140 heridos del doble atentado yihadista del 17 de agosto de 2017 en las Ramblas y Cambrils (Tarragona).
Han pasado cuatro años desde la fatal tragedia pero el recuerdo se mantiene intacto en la memoria de todas aquellas personas que vivieron ese día y que, difícilmente podrán olvidar las imágenes, los sonidos, la incertidumbre y el miedo en la mirada de transeúntes, sanitarios, periodistas y cuerpos de seguridad.
«El recuerdo se mantiene intacto en la memoria de todas aquellas personas que vivieron ese día y que, difícilmente podrán olvidar las imágenes, los sonidos, la incertidumbre y el miedo en la mirada de transeúntes, sanitarios, periodistas y cuerpos de seguridad»
Hoy, en ese punto donde Younes Abouyaaqoub detuvo su furgoneta tras el atropello masivo y despiadado que causó la muerte a 15 personas que paseaban tranquilamente por las Ramblas se encuentra el Memorial de la Rambla en su recuerdo. Allí, junto al mosaico de Joan Miró el silencio ha dado paso a las notas del Cant dels Ocells, al que ha seguido una ofrenda floral encabezada por víctimas y familiares de los fallecidos.
Gran representación política e institucional en el acto oficial
Han asistido al acto entre otros, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, las presidenta del Congreso y el Parlament, Meritxell Batet y Laura Borràs ,la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera. También los consellers de Interior, salud e Igualdad y Feminismos, Joan Ignasi Elena, Josep Maria Argimon y Tania Verge.
También ha acudido al homenaje el diputado del PSC, Salvador Illa, el líder de Vox en el Parlament, Juan Ignacio Garriga, los diputados de Ciudadanos en el Parlament, Nacho Martin Blanco y Anna Grau y varios cargos del Ayuntamiento de Barcelona como los tenientes de alcalde Jaume Collboni y Albert Batlle, la líder de Junts Elsa Artadi y los concejales Luz Guilarte de Cs y Josep Bou y Óscar Ramírez Lara del PP.
En un segundo acto organizado por ACVOT y Plataforma 17A se pide empatía a las autoridades: «Nos sentimos abandonados»
La Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) y la Plataforma 17A han organizado un segundo acto donde el silencio ha cedido el protagonismo a las palabras para pedir a las autoridades «recuerdo, memoria y dignidad» para las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017.
Este acto no ha contado con la amplia representación política e institucional del ‘oficial’ aunque si ha contado con la asistencia de representantes de Cs, PP y Vox y una amplia presencia de Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana, Policía Nacional y Guardia Civil.
Durante el acto se ha leído un manifiesto descartando «echar las culpas a unos y otros porque los únicos culpables son los terroristas». Sin embargo, no han desaprovechado la ocasión para pedir a las autoridades más empatía con las víctimas de los atentados.
«Parecen estar más preocupados por el bienestar de los terroristas que de las víctimas».
El presidente de la ACVOT, José Vargas ha declarado ante los medios que se sienten abandonados tanto por la Generalitat como por el Ayuntamiento de Barcelona. Al presidente Aragonès le ha deseado que «ni él ni su familia sean víctimas del terrorismo porque entonces tendrá que acudir» a la ACVOT. En cuanto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha lamentado su ausencia. «Esperaba que Colau viniese a llorar por aquí», ha ironizado.
José Vargas ha deseado a Aragonès que»ni él ni su familia sean víctimas del terrorismo porque entonces tendrán que acudir» a la ACVOT
Según Vargas, la ACVOT no cuenta con el respaldo de las autoridades catalanas. Tanto es así, que ya en el primer homenaje a las víctimas del 17A no se les invitó a asistir, de ahí que decidiesen organizar un acto conmemorativo propio. En el manifiesto leído este martes durante el acto, se han mostrado convencidos de que los poderes catalanes parecen estar más preocupados por el bienestar de los terroristas que de las víctimas, una convicción que no ha ocultado Vargas ante los medios: «A Otegui cuando vino le pusieron una alfombra roja y a nosotros, en cambio, nos ponen una alfombra de espinos».