¿Se han planteado ustedes alguna vez que las terrazas de Barcelona puedan ser elementos urbanísticos machistas? El Gobierno de Ada Colau sí lo ha hecho y el resultado ha sido la presentación de una modificación de la ordenanza municipal que regula estas instalaciones de ocio para que tengan en cuenta la llamada perspectiva de género. Puede parecer una boutade pero, a la vista del texto, la cuestión no es baladí.
Y es que ya no se trata solo de obligar al uso del cargante lenguaje inclusivo. En base a lo que ahora se conoce como «urbanismo de la vida cotidiana«, el Gobierno de Colau ha constatado que las mujeres de Barcelona son las principales usuarias del transporte público y de las calles. Muchas de estas mujeres cargan a diario con carritos de bebé o de la compra o tienen una condición física que les impide transitar por la capital catalana fácilmente. Acceder o bajar del transporte público puede ser también realmente complicado para ellas. Y es en estas situaciones donde las terrazas se presentan como elementos urbanísticos que pueden dificultar el día a día de las barcelonesas.
Decisiones feministas
Con estos argumentos, el Consistorio quiere modificar la ordenanza y atender a las recomendaciones del Col.lectiu Punt 6, que promueve el «urbanismo feminista para la vida cotidiana». Este colectivo propone que la «metodología» para conceder las licencias pase forzosamente por «evaluar las calidades urbanas desde la perspectiva de género». Para ello se ha de tener en cuenta «la proximidad entre los espacios utilizados a lo largo del día para las tareas cotidianas», «la diversidad y las necesidades de la población» que utilizan estos espacios o «la autonomía que tienen la personas» en cada uno de ellos.
Colau también pretende que, en la concesión de las licencias y con la excusa de la perspectiva de género, se incorporen «las voces y la experiencia de las mujeres». Para ello se prevé que la ordenanza tenga en cuenta lo que puedan indicar al respecto «mujeres o entidades feministas» a través del Consell de Dones de la ciudad, de los consejos de distrito de mujeres, feministas y LGTBI o «vía espacios genéricos como pueden ser las consultas online o el Consell de Ciutat».
La alcaldesa va más allá y en su propuesta plantea que se garantice «la representación de género paritaria en la composición de la comisión técnica de terrazas». Algo que afectará básicamente a los designados a dedo y no a los funcionarios. Eso sí, esto no es aplicará si la comisión tiene «una representación de mujeres superior al 60%» puesto que se considera que esta superioridad sería «concordante con el objetivo de corregir la histórica situación de desigualdad que han sufrido las mujeres» en los «ámbitos de toma de decisiones».
