Que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) tiene cada vez menos peso en el separatismo oficial es una evidencia desde hace tiempo. Lejos quedan aquellos días en los que la ANC presidida por Carme Forcadell marcaba la agenda de los ejecutivos de Artur Mas y Carles Puigdemont. La hoy presidenta, Elisenda Paluzie, parece tener poca influencia entre la clase política con cargo. Y, así, se ha llegado al extremo de no contar con ellos para cosas como la puesta en marcha del nuevo Consell de la Catalunya Exterior, anunciada esta semana por la titular de Acción Exterior, Victoria Alsina.
La consellera ha explicado en un vídeo publicado en Twitter que esta nueva entidad, obviamente financiada con dinero público, tiene como finalidad «construir una relación sólida y fluida» con los más de 400.000 catalanes que viven en el extranjero. Estos ciudadanos podrán participar en la nueva entidad a título personal o mediante otras organizaciones.
Y es justo en este punto en el que la ANC considera que ha sido excluida por el Govern, puesto que no han contado con ellos de antemano para formar parte del Consell de la Catalunya Exterior. «La consellera Alsina no ha considerado que las asambleas exteriores y su historial de éxitos en internacionalización sean dignos de formar parte del Consell de la Catalunya Exterior», han denunciado desde la ANC, «¿Por qué? ¿Así se tejen complicidades?».