La Comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado por unanimidad este miércoles una propuesta del PP para convocar una mesa de diálogo que ponga fin al problema de los botellones en la capital catalana. Esta mesa, según han explicado los populares en un comunicado, «reunirá a vecinos, policía, comerciantes, restauradores, Gobierno y oposición» con el fin de llegar a un «acuerdo global» sobre este cada vez más grave problema.
El portavoz del PP en el Ayuntamiento, Josep Bou, ha destacado que no se puede «perder la Barcelona que tanto ha costado tener» y por ello desde la formación se apuesta por «encontrar una solución con acuerdos transversales«. Bou ha denunciado que la Guardia Urbana barcelonesa cuenta con efectivos suficientes para controlar la situación. Sin embargo, ha añadido, «falta voluntad política».
Según ha explicado Bou en su nota, el PP calcula que el Ayuntamiento podría pedir la colaboración de hasta «4.700 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil». Esto serviría, ha dicho, para reforzar el dispositivo de la Guardia Urbana y «acabar con los botellones y las aglomeraciones». «Tenemos que valorar», ha concluido Bou, «la Barcelona que tenemos y no podemos permitir que cuatro inconscientes hagan lo que les dé la gana».